Estar con aquel grupo de nuevos amigos es realmente divertido, y disfruta el pasar tiempo con ellos, sin embargo, a veces, le gusta estar un tiempo a solas en aquel lugar detrás de la biblioteca.
Diría que U.S.A siempre se la pasa a solas ahí, pero no, Rusia muchas veces le hace compañía; en algunas ocasiones haciéndole una pequeña plática, y muchas otras solo está ahí, permaneciendo callado, manteniéndose cerca. Aquello no le causa ninguna molestia, hasta diría que esos momentos de compañía son muy disfrutables.
Estados Unidos descansa su cabeza en las piernas del tricolor, leyendo otro de los mangas que Japón le prestó. Desde hace unos días, el chico beta le ha estado prestando mucho de sus mangas favoritos. Últimamente, ambos han estado hablando más; intercambian opiniones sobre sus lecturas.
Mientras tanto, Rusia lee uno de los nuevos libros donados de la escuela. La pareja de chicos se mantienen callados, en un ambiente tranquilo y en paz.
Se percibe un clima frío en toda la ciudad; sin embargo, ambos están bastante abrigados, así que se hallan muy cómodos afuera.
De repente, el sonido de pasos rápidos dirigiéndose hacia ellos interrumpió la tranquilidad del lugar. Rusia levantó un poco la mirada, esperando ver quién provoca el ruido. Estos Unidos, por su parte, no le tomo importancia.
Un par de minutos después, Tailandia y Suecia aparecieron ante la expectante mirada del tricolor; les saludaron con total felicidad y ánimos. Los recién llegados se acercaron a los otros dos.
El albino notó que, tanto Suecia como Tailandia, están tapados con cobijas de distintos estampados; uno es de ositos de gomita y otro de rosquillas. Diría que es infantil, pero ellos se ven felices, así que al diablo su opinión.
—Oigan chicos, ¿quieren Cheetos? —pregunto Suecia, quitándose su mochila y abriéndola; mostrando que el interior de la misma está repleta de esos productos chatarras.
—Justo lo que necesitaba—exclamo el rubio bromeando, pero levantándose en el proceso.
— ¿De dónde sacaron tantos? —cuestiono el tricolor.
—La máquina expendedora se descompuso, y empezó a arrojar todo su contenido—explico la chica de rojos cabellos, mantenía una sonrisa divertida en sus labios—. Tomamos todo lo que pudimos y, antes de que alguien nos viera, salimos corriendo.
Mientras Tailandia relataba su historia, Estados Unidos agarró todas las bolsas que pudo. Tendría muchos paquetes para alguna otra ocasión. Suecia miró al rubio y, sin pensarlo mucho, se quitó su cobija, entregándole el objetó al delta.
—Toma, hace frío—sonrió.
U.S.A recibió el regaló con gusto; esa cosa le ayudaría con el frío suelo. Rusia notó esa acción, pero prefirió seguir prestándole atención a su amiga.
Luego de un rato, Tailandia y Suecia se despidieron de sus amigos, diciendo que querían seguir repartiendo el resto de comida a quien se les acercará.
Nuevamente, Estados Unidos y Rusia se quedaron solos. Caminando hacia su amigo, el delta le dio una de las bolsas al alfa, quién atrapó la comida sin mucho esfuerzo.
— ¿Cómo es que tienen tanta suerte para conseguir estás cosas? —Pregunto mientras veía la bolsa de Cheetos—Los míos siempre se quedan atrapados en la máquina, y ellos consiguieron unos veinte gratis.
Rusia, en ocasiones, piensa que Suecia es su versión paralela. Suecia es un chico rico, deportista, inteligente, atractivo, extrovertido, gracioso y, principalmente, un alfa sin ningún desperfecto. Mientras tanto él es... Él es Rusia.
—Suecia tiene una suerte de caricatura—decía el de 50 estrellas, metiendo las bolsas en su mochila, sonriendo un tanto divertido—. A veces le va bien y otras... Se mete en problemas bastante absurdos—rio un poco—. Hasta ahora, eso es lo que he notado.
— ¿Lo vigilas acaso? —le cuestiono.
Quizás, debió razonar sus palabras antes de abrir la boca.
El delta le lanzó una mala mirada.
—Simplemente me pareció un sujeto interesante. Siempre estoy al pendiente de las cosas que me interesan—esa confesión atrajo la atención del chico albino—. Cómo esa serie que pasan en la tarde, es muy interesante, deberías verla.
Rusia arqueó una ceja ¿U.S.A está comprando a Suecia con una serie? La poca atención que le tuvo a la plática se esfumó, y desechó todas las ideas que su mente formuló.
—Por cierto—decía mientras sacaba un objeto de su mochila—, mi madre te envía esto—entrego un Topper a su compañero—. Es lasaña. Mi madre la preparo ayer, pero sobró mucha, dijo que te diera un poco.
Estados Unidos tomo asiento cerca del alfa. Abrió una bolsa de la comida chatarra y empezó a comerla.
Rusia acepto la comida sin objetar, sonriendo con sutileza. Ya tuvo el honor de conocer a la madre de U.S.A; ella es una buena y agradable persona, aunque le hizo comer demasiado esa ocasión que le invitaron la cena. Sin embargo, esa mujer tiene una gran habilidad es la cocina. Sus comidas son exquisitas; nunca le diría que no a uno de sus platillos.
—Oye... ¿Harás algo estás vacaciones?—le pregunto repentinamente el de 50 estrellas.
—No—respondió con sinceridad. Se giró para ver al otro—. ¿Tú tienes algún plan?
—Algo así... —hablo, recostando su cabeza en el hombro contrario— ¿Te gustaría venir conmigo a entrenar al parque?
Rusia no respondió al instante, permitiéndole al chico delta continuar hablando.
—Quiero seguir practicando basquetbol—conto, sin separarse del alfa—. También, necesito mejorar mi fuerza—bufo algo molesto—. Tan solo mira mi brazo, se ha vuelto una gelatina.
—No lo veo tan mal—comento el de bandera tricolor.
—Eso dices tú... —soltó un suspiro y se separó de su amigo. U.S.A cruzó los brazos y recostó su espada en la pared; sus azules ojos se posaron en el contrario— ¿Entonces? ¿Qué dices?
—Te acompaño—respondió tranquilamente, volviendo a concentrarse en su comida.
—Perfecto—manifestó con ligeros toques de felicidad—. Y me gustaría invitar a los otros ¿Crees que quieran ir?
El alfa afirmó en un movimiento positivo de la cabeza. Su grupo de amigos son el tipo de personas que, pese a no ser los mejores deportistas, siempre están dispuestos a intentarlo. A excepción de Japón. Japón es realmente malo en los deportes y muy pocas veces está dispuesto a jugarlos. No obstante, las veces que se anima a jugar, es demasiado competitivo.
Oh, ahora que piensa en Japón.
—Cierto—exclamo, llamando la atención del rubio—. Ayer descubrí que Japón dibuja muy bien. Él podría enseñarte a dibujar.
—No lo sé—pronuncio dudoso y desviando la mirada—. Tendría que enseñarle mis dibujos, y definitivamente no haré eso.
— ¿Por qué? —levanto una ceja confundido.
—Sólo le muestro mis dibujos a las personas que tienen mi confianza—explico sin dirigirle la mirada a Rusia.
Antes de poder replicarle algo, el cerebro de Rusia rápidamente analizó esas palabras. Recordó un día en espacial. Por un momento, sintió un poco de cosquillas en su interior junto a un calor proveniente de su rostro. Soltó una risita indiscreta.
— ¿Qué es tan gracioso? —pregunto, frunciendo el ceño.
El albino no le respondió, por algún motivo, se sintió apenado, pero contento.
U.S.A se volvió hacía el alfa, dispuesto a reclamarle, no obstante, al verlo así de sonriente, con las mejillas ligeramente rojas, se calló. Las palabras quedaron atascadas es su garganta. Su rostro ardió en una extraña vergüenza. Golpeó (con poca fuerza) el estómago de su amigo.
—Idiota...—dijo, girado su rostro para que Rusia no lo viera.
—Eso dolió—artículo adolorido, tomando su estómago cómo si eso le ayudará con el dolor.
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𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐒𝐢𝐠𝐧𝐚𝐥 ⃟࿐𝑅𝑢𝑠𝐴𝑚𝑒
FanficLas personas son crueles con quién es diferente. Sin embargo, en éste mundo cruel, dos almas distintas, pero iguales por sus desperfectos, lograron encontrase. Aceptar sus sentimientos será el reto. ꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦꒷꒦ 𝐖𝐚𝐫𝐧𝐢𝐧�...