𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭 𝐒𝐢𝐠𝐧𝐚𝐥 ⃟࿐𝑅𝑢𝑠𝐴𝑚𝑒

❛'💭𝟎𝟑𝟕'❜

La mirada consternada de Rusia se encontró con la expresión molesta e irritada de Kazajistán. El ambiente se volvió denso, y un silencio incomodo ahogo cada espacio de aquella habitación. El kazajo mira al alfa como si este le hubiera insultado.

— ¿Por qué dices eso? —la confusión tiñe cada palabra que sale de su boca, mientras su mente lucha por entender que fue lo que sucedió. Un peso empieza a acumularse en su estómago.

Entonces, Kazajistán se levantó de su asiento en un movimiento brusco y rápido. Georgia le imitó, pero su intención es claramente calmar a su amigo. La atmósfera se carga de electricidad, igual que una tormenta eléctrica apunto de atacar una ciudad.

— ¿Quién mierda vuelve a relacionarse con una persona que lastimo? ¿Qué carajos te pasa? —Las palabras del beta son puñales cargados de acusación y enojo, teniendo como objetivo dañar profundamente al eslavo—. Eres egoísta, muy egoísta al querer atar a una persona a ti pese al daño que le causaste.

El corazón del alfa late con fuerza, una sensación de inquietud y pesadez se posa en su estómago. Los ojos del kazajo, aún clavados en su persona, le miran con un odió profundo y real; hace mucho no veía en alguien tan enojado.

—Nunca imagine que fueras una persona así de despreciable—suelta con total repudió y asco el de cabellera dorada.

Rusia se quedó mudo, su mente dolió al intentar procesar la situación, su corazón se apretó y en su rostro se dibujó una expresión de miedo.

Entonces, el tricolor quiso decir algo en un intento desesperado por defenderse. Su voz, cargada de angustia y miedo, busca una salida, una forma de explicar lo que siente. No obstante, sus palabras parecen tambalearse, como si no pudiera encontrar la firmeza que necesita.

— ¡Yo no soy ese tipo de persona! —su voz sale al fin en un destello de valentía, pero también con una sombra de duda. El ruso se pone de pie, enfrentando al beta—. Yo... Lo que pasó... Fue un error... Uno que jamás se volveré a repetir.

Los ojos del alfa se desviaron un momento al suelo, mostrando debilidad, sintiéndose mareado y con el estómago revuelto de miles de emociones y sensaciones. La inseguridad lo abraza con firmeza, una sensación de frío recorre su piel y hay duda en su corazón. Él está seguro de lo que dice, sabe que es cierto, el nunca volverá a cometer los mismos errores del pasado. Entonces... ¿Por qué su voz está temblando?

— ¡¿Y quién mierda asegura eso?! —grito el kazajo, sin darle tregua al contrario.

—Ya es suficiente.

Georgia intento apaciguar la situación; no obstante, Kazajistán parece ser inmune a la razón en estos momentos. El georgiano trató de jalar a su amigo, sin embargo, el cuerpo del rubio está demasiado tenso y rígido, no pudo hacer nada para apartarlo. Desde su posición, Georgia alcanzó a ver pequeñas lágrimas en los ojos del otro beta; ahí supo que si no detenía a su amigo ahora, las cosas escalarían a un punto donde ni siquiera él sería capaz de calmar a Kazajistán.

El kazajo de inmediato rechazó la ayuda de Georgia. Sus ojos se posaron en el georgiano con dureza, y el contrario solo pudo bajar la cabeza.

China observa la escena, consternada e indecisa, sin saber cómo intervenir en medio de este desastre.

Lágrimas amenazan con escapar de los ojos del euroasiático. Aun así, no quiere retorcer, no puede permitir este tipo de insultos hacía su persona.

—He cambiado, soy diferente a lo que solía ser —las palabras de Rusia se alzan con un atisbo de firmeza, un intento por hacerle ver a su amigo que las cosas son diferentes a lo que piensa. Levanta la mirada, sus ojos enrojecidos, con el dolor brillando en su mirada, buscan desesperadamente un poco de comprensión en el rostro de Kazajistán.