○¿Qué harás ahora?○

572 50 12
                                    


La noche seguía siendo amarga para el villano, pero por más que lo deseara con todo su ser, el giro de los acontecimientos no podía ser cambiado; no a este punto, pues el error ya estaba hecho y había causado un enorme daño.

Daño el cual le costaría demasiado caro. Era una desgracia, y alguien tendría que pagar por eso.

Pobre Demencia, era la única que estaba tan cerca de un demonio histérico; ciertamente, recibiría su merecido por chismosa y por faltar al juramento de lealtad y obediencia a su jefe.

Nadie nunca había decepcionado a Black Hat y había vivido para contarlo.

Fue así como el mayor se encargó de su entrometida subordinada, y tan pronto como terminó darle su castigo, decidió salir cuanto antes de la mansión para desquitar su enorme ira en soledad y pensar las cosas mejor.

Pero...¿Y cuál había sido el castigo para la insolente muchacha?

Bueno, eso sería discusión para otro momento.

○●○●○●○

El tiempo pasó de manera desesperante para todos, pues aún nuestros protagonistas heroicos estaban asombrados por el impacto de la situación actual; asimismo, la tensión se podía cortar con un cuchillo. Pero nadie sabía que hacer.

La decisión del villano de aislarse socialmente había sido lo más idóneo, pues así el mundo no tendría que lidiar con su furia explosiva.

No obstante a ello, esto hizo que su condición con el doctor no avanzara y se quedara estancada hasta nuevo aviso (o mejor dicho, hasta que hubiera una confrontación cara a cara entre jefe y empleado)

Oh, aunque....¿Qué hay de Flug?

Pues aquella pregunta tenía una respuesta un tanto amarescente de escuchar; a decir verdad, Flug ya ni siquiera residía en la mansión. El pobre ya no podía estar en la casa del asesino de su familia.

Simplemente...no podía permanecer en aquel lugar por más tiempo.

Y es que para su suerte, White Hat y Slug le habían dado un hogar provisional en lo que decidía que hacer en medio de esa crisis.

Evidentemente la organización no tendría actividad durante esos días; Black Hat estaba fuera, Flug ya no estaba en casa, 5.0.5 estaba con su papá y Demencia...bueno, ella estaba fuera de servicio.

En cuestión de la noche a la mañana Flug empezó a hospedarse en la casa de los héroes como un importante invitado, junto a 5.0.5 quien hacía la función de animal de compañía por ahora, en lo que el joven intentaba calmarse.

El desayuno fue algo incómodo esa mañana, pues el rubio estaba sentado tristemente en la mesa con la cara en un plato de cereal con leche; por su parte, Slug estaba a su lado presenciando aquella melancolía, mientras que White Hat los miraba con culpabilidad y el corazón lastimado.

- Uh...¿Quisieras algo de azúcar para tu cereal?- Ofreció amablemente mientras acariciaba los cabellos rubios de su primo.

Al escuchar aquella pregunta Flug lo miró, girando su cabeza suavemente.

- No, no hace falta...- Contestó en un hilo de vos tenue, cómo un niño cansado luego de haber llorado tanto.

Esa respuesta solo preocupó más al alemán, quien le lanzó una mirada llena de frustración al eldritch.

Al percatarse de esto White Hat se mordió el labio con pesadez, empezando a jugar ansiosamente con sus manos enguantadas.

- Perdón...- Murmuró a duras penas; era más que obvio que el héroe se estaba echando la culpa más de lo que debería.

°Destinado a estar juntos° (Paperhat) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora