○Papel y afecto○

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Luego de unos días llenos de ajetreo el fin de semana llegó, trayendo consigo grandes expectativas sobre lo que sucedería eventualmente a nuestro amigable eldritch de sombrero blanco.

Durante aquella gélida mañana de sábado el señor de la casa fue el primero en despertar, dado a las circunstancias decidió comenzar a pasear por los pasillos de su hermoso hogar, aprovechando de la silenciosa atmósfera que en cierto grado era surrealista.

Con una taza de té de jazmín en mano y su cómoda pijama de terciopelo blanco empezó a avanzar por la grata oscuridad propia de la madrugada, pues el sol no había salido aún; pero eso era lo de menos, el ente blanco amaba salir a esas horas para darse un relajante tiempo de reflexión entre la penumbra y el frío que le transmitía una agradable sensación de paz.

Conforme pasaban los minutos, el ente se paseaba por sus dominios con una sonrisa en su pálido rostro; en medio de aquella placidez White decidió ir un rato a su oficina para revisar la correspondencia que había llegado el día anterior, esta yacía en su escritorio y esperaba a ser leída.

Ser la cabeza de toda una organización no era cosa fácil, pero a la hora de la verdad el héroe debía admitir que amaba su trabajo, pues vivía por y para ayudar al prójimo. Ese era su propósito como una entidad honesta y de bien.

Sin embargo al llegar a su oficina y sentarse en su silla se llevó la curiosa sorpresa de que entre tantas cartas de sus subordinados y aliados había una que resaltaba hábilmente. Está era impecable y tenía como remitente al "Dr. Slug"

Inevitablemente la confusión no se hizo esperar y sin pensarlo dos veces el mayor tomó la carta en sus manos y la abrió dispuesto a leer todo su contenido, su corazón de inmediato empezó a latir con fervor luego de saber las razones de porque aquel sobre había amanecido en su escritorio.

- Ay por dios...- Musitó con los ojos abiertos tal cual platos, volviendo a releer esa carta para comprobar que había leído bien el contenido.

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El doctor Flug dormía plácidamente en su cama luego de una afanosa desvelada en su laboratorio, gustoso de poder gozar finalmente en los brazos del Morfeo, descansando profundamente; si bien Black Hat le había dado más libertades con respecto a su trabajo, eso no implicaba que no pudiera desvelarse para trabajar en asuntos personales; pero no era para menos, no se arrepentía en lo absoluto de haber pasado todas esas horas metido en su laboratorio organizando  y desempolvando toda su colección de aviones miniatura. Esa era una de las cosas que quería hacer desde hace tiempo, así que se encontraba más que feliz por haber borrado finalmente eso de su lista de pendientes.

Dormía apaciblemente en la comodidad de su habitación sin saber que alguien más lo observaba a través de la penumbra distintiva de la noche, mimetizada con aquel entorno tan lúgubre.

- Mmm...- Se removía en las sábanas con gusto, sin siquiera estar consciente de la mirada afilada que yacía sobre él, con rabia y resentimiento.

Y para la mala suerte del joven doctor, esa presencia no se trataba de 5.0.5...sino de algo peor.

"Maldito cara de bolsa...¿Crees que puedes quitarme a mi amorcito tan fácilmente?..."

Un aura llena de rencor recorría los pensamientos de la alebrije mientras veía a su rival durmiendo tan plácidamente.

Demencia era un peligro latente que con los días se iba haciendo mayor; conforme el tiempo pasaba la fémina la guardaba más odio al científico por el hecho de estar teniendo "algo" con su amado y anhelado Black Hat. Y es que la peliverde no podía aceptar que alguien más estuviera al lado de su amor, no permitiría que alguien quien ni siquiera se había esforzado viniera a quitarle lo que más quería en todo el mundo, su jefe.

°Destinado a estar juntos° (Paperhat) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora