Capítulo 3.

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Nick

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Nick.

—lo siento Nick, no podré estar hoy haciéndote compañía en la cafetería. —comentó Liam.

No me digan eso, no quiero estar solo en la cafetería. Estoy haciendo mis prácticas de la universidad en esa cafetería cocinando y no me gusta estar solo porque me aburro. Si, tengo más compañeros que trabajan ahí pero no es la misma cercanía como la que tengo con Elian y Liam.
Estábamos sentados en el césped de la universidad Elian, Liam y yo.

—Si, yo tampoco, lo siento mucho. —compartió Elian.

—¿Están bien? Es decir, no hay problema, pero ¿por qué? —tenía mis dudas pero lo sospecho.

—Ah, Levi tiene un torneo hoy... —Levi, el boxeador con el que siempre molestamos a Liam.

—¿qué?, ¿Tu novio peleará hoy?

—No es mi novio.

—Pero quisieras que lo fuera. —bromea Elian.

—Está bien, tienes que ir a ver como tu boxeador destroza rostros ¿Y tú? Elian. —mi vista cae en el, también tengo mis sospechas, son demasiado evidentes.

—Yo tengo ensayo con las animadoras, hoy juega Sam.

—Oh claro, samael, tú tienes que ir a animar a tu mariscal y tú a tu boxeador —los señalo y me burlo de ellos, ya es como para que fueran pareja.

—El día que Liam y yo encontremos con que burlarnos de ti estarás jodido. —amenaza Elian apuntándome con su dedo.

—Tengo a Hans.

—No, el no cuenta. —niega con una mueca de desagrado Elian.

—Si cuenta.

—hablando del inservible, dile a Hans que vaya contigo. —menciona Liam.

—¡Liam! —le reprende Elian.

—¿Qué? Así amarremos a Nick él seguirá con Hans. —Elian bufa y pone los ojos en blanco. No lo quieren nada.

—No irá, no quiere que nos vean juntos aún...—protesto murmurando.

—¿ni siquiera como amigos? Eso ya es demasiado Nick. —Entiendo el enojo de Elian.

—Le preguntaré de todas maneras, no se preocupen. Lo llamaré en este momento. —informo.

Saco mi celular del bolsillo de mi pantalón, busco el contacto de Hans y pulso el botón para llamada. Por favor contesta...Un tono, tres tonos, cuatro tonos y contesta finalmente.

—¿qué necesitas, Nick? —contesta con voz gélida.

—Me preguntaba si te gustaría que nos viéramos hoy, haré mis prácticas en la cafetería y no lo sé, pensé que podríamos pasar tiempo juntos. —expliqué.

Serendipia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora