Capítulo 23.

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Leonardo

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Leonardo

Decir que se me bajó la presión cuando Nick me mando un mensaje, es quedarse corto. Casi me da un infarto. Solo faltaban unas pocas horas para las ocho. Tenía que limpiar, arreglarme y preparar algo, tengo que hacer algo bonito. Me gusta hacer las cosas solo, no me gusta que se metan en mi vida, lo cual es idiota de mi parte, Steven lleva haciéndolo desde que estamos en la universidad.

Dejo de penar y decido que lo más sensato y sano es pedir ayuda. No pasa nada si admito que necesito ayuda.

Leonardo:
¿Ocupados?

Steven:
Muy ocupados.

Sheyla:
Claro que no.

Steven:
Ver ropa de bebé es importante.

Sheyla:
No, aún no sabemos ni qué va a ser.

Steven:
:(

Sheyla:
Bueno, mejor busca las cosas de su cuarto ;)

Steven:
:D

Sheyla:
¿Qué necesitas, Leonardo?

Leonardo:
Nick viene para acá.

Steven:
¡¿Ya?!

Leonardo:
¡No! Pero no falta mucho para las ocho y quiero hacer algo para el.

Sheyla:
No te preocupes, vamos para allá, llevo todo lo necesario.

Steven:
Yo si quería ver lo del cuarto del bebé. Todo por ti bro <3

Cuando Sheyla dijo el "llevo todo lo necesario" no pensaba que sería traer casi todos sus ingredientes de postres y sus moldes en corazón. No tardaron ni treinta minutos en llegar, lo agradecía bastante.

—Dúchate. Yo me encargaré de cocinar las galletas de corazón de la última vez. —me apresuro empujándome, encaminándome al baño.

—¡Steven! —vocifere antes de que Sheyla me encerrara en el baño —Una hamburguesa de Carls Jr, ¡Natural! ¡Es su favorita!

—¡Lo tengo! ¡Para ti pasta! —avisó, antes de tomar las llaves del auto y cerrar la puerta tras de el.

—¡UNAS FLORES STEVEN! —grité. Rogando que me escuchara a través de la distancia.

—¡SI! —respondió gritando desde fuera de mi casa.

Sin esperar más, me metí a la ducha. Es la primera vez que desperdicio tanto jabón de baño. Quería oler bien. Nick siempre me está oliendo y probablemente también gaste demasiado perfume. Repito, siempre me está oliendo.

Salgo de la ducha y busco por todo mi armario un buen conjunto de ropa, quería algo diferente, tal vez un pantalón beige y una camisa blanca desabotonada de la parte superior, algunos tres o dos botones. Me lo pongo y me reviso en el espejo minuciosamente. No, olvídenlo.

Serendipia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora