Leonardo.
Que buen día hace, pienso mientras voy a la cafetería de siempre a comprar mi pasta Alfredo, pero esta vez, no voy por una pasta, voy por un café. El olor a café recién hecho inunda mis fosas nasales y me despiertan, al oler el café automáticamente tengo la sensación de energía que brinda la misma al tomarlo, el olor a pan recién horneado hace que mi estómago se contraiga, tengo hambre pero ahora mismo debo dirigirme a la universidad.
—Buenos días. —me acerco al mostrador.
—Buenos días señor Russo, ¿Lo de siempre?
—Solo el café.
Vengo aquí muy seguido en las mañanas y gracias a eso ya conocen lo que siempre consumo.
—Muy bien, en un momento se lo tengo listo. —le pasa la orden a su compañero y regresa conmigo. —¿cómo está profesor?
—Excelente, hoy entrego exámenes, gracias por preguntar Veronica.
—Que miedo. No sé a quien le tendría más miedo, a usted con sus exámenes o al loco de Shewood.
—¿qué sucede en Shewood? —la curiosidad me alcanza. Shewood es una pequeña ciudad a unas pocas horas de Londres.
—una serie de asesinatos han estado ocurriendo estos días, ha sido algo muy reciente y han sido sólo universitarios. Tenga cuidado. —su compañero le habla y se retira un momento, me pongo a pensar en el terror que debe estar pasando ese lugar, agradezco que nunca pongo el pie en Shewood.
La señorita regresa y trae mi café listo.—Lo tendré. —veo su cara confusa —Cuidado, tendré cuidado, muchas gracias por el café. —me despido y salgo de la cafetería.
Día de entrega de exámenes calificados, me sorprende que esta vez la mayoría si pasó, fueron mínimos los alumnos que reprobaron.
—Si ya recibieron sus exámenes y no tienen dudas, pueden retirarse. —anuncio, no tiene caso que los siga reteniendo aquí cuando ya acabamos.
Todos los alumnos van saliendo excepto uno, un alumno del fondo que no parece nada feliz con su examen a pasos rápidos y furiosos se acerca a mi escritorio. Aquí vamos.—¿en que puedo ayudart...
—Cambie la calificación. —esa maldita costumbre de no dejarme terminar de hablar. Tranquilo Leonardo, cuenta hasta tres.
—No. —me niego. Quiere que le cambie la calificación y se comporta irrespetuosamente.
—¿No?
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Serendipia.
Romance"Mirando tus ojos veo un paraíso, este mundo que encontré es demasiado bueno para ser verdad." Nick siempre soportó mucho en una relación (aunque la palabra relación queda muy grande en comparación con las migajas que aceptaba) pero él se terminó c...