"Mirando tus ojos veo un paraíso, este mundo que encontré es demasiado bueno para ser verdad."
Nick siempre soportó mucho en una relación (aunque la palabra relación queda muy grande en comparación con las migajas que aceptaba) pero él se terminó c...
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�👹👹👹� Leonardo
Toda la maldita hora mis ojos estaban en una persona, en mi chico. Aún estando demasiado cansado por no dormir en toda la noche, pensando en Nick y en los acontecimientos recientes. No solo soy yo, lo vi mirarme en repetidas ocasiones y cuando le regresé la mirada él la desviaba.
Finalicé la clase, dejando unos trabajos para la casa. Nick literalmente salto del asiento y corrió a la puerta. Estaba tan desesperado por hablar con él, por escuchar su voz que tuve un arrebato y no me importó que hubieran más personas presentes aún en el salón. Al fin y al cabo nuestra relación era pública. Sin embargo eso no quería decir que me gusta hacer de mi vida un espectáculo, esta vez fui muy desesperado.
—Nick, por favor quédate un momento. —pedí.
iba a decir bellisimo pero tampoco podría ser tan descarado frente al alumnado. Los murmullos emocionados de los alumnos no se hicieron esperar.
—Profesor Russo, si no tiene nada que decirme sobre la clase, por favor le pido que no me retenga más. —ladró en mi dirección, podría decir que hasta mordió. Los murmullos emocionados cesaron y solo había silencio.
—Tenemos que hablar, es importante. —jodido desesperado.
—Si no es algo sobre la asignatura, no me interesa.
Algunos jadeos asombrados resuenan al rededor, algunos susurros suficientemente audibles para mi mala suerte dicen cosas como "mis papás están peleados" "¿por eso nos dejo tarea?"
—Lo siento, puede retirarse. —finalizo nuestro encuentro diminuto, fue un desastre.
Sin más y muy a mí pesar, Nick se aleja de mi, otra vez.
Los alumnos restantes fueron saliendo del salón, abrumado me dejé caer en mi silla frente a mi escritorio. Pediré algunos días libres, no me siento bien.
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La luz de la mañana me hace tallar mis ojos incomodo por la luz directa que pegó en ellos. Un audible gruñido se esparce por la habitación. Trato de enfocar mi vista hasta las cortinas, no lo logro, por lo tanto agarro mis lentes en mi mesita de noche y me los coloco y ahí es cuando veo a la figura que perturbo mis sueños, Steven.
—Estoy teniendo un Deja vu— protesto y Steven jadea horrorizado mientras abre aún más las cortinas de mi habitación. Como si eso se pudiera, ya no hay más a donde jalarlas.
—Tienes que levantarte de la cama, limpiar y asearte.
Olvídalo, negativo. No lo autorizo.
Le miro cansado. El no haber podido dormir bien últimamente me ha pasado factura. Extraño a Nick, lo quiero aquí, conmigo. Tenía su cuerpo cerca del mío, no ahora está cama enorme y fría para mi.
