Capítulo 5.

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Nick

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Nick

—¿no quieres pedir una ensalada? —mire a Hans momentos antes de poder tener la oportunidad de morder mi hamburguesa.

—No...—devolví la hamburguesa al plato —me gustan las hamburguesas. —aseguro.

—Pero, vas a engordar, es mucha grasa. —miró con una mueca de desagrado mi comida "grasosa".

—¿para que me invitaste a comer contigo entonces?

Estamos en un restaurante, Hans me invitó a comer antes de que tuviera que irme a mis prácticas, pero si iba a criticar todo lo que comía entonces para que me invitaba. El restaurante no era elegante, era un lugar común, no es que pidiera que me llevara a un lugar caro pero en la primera cita si lo hizo. Su actitud de caballero se desvaneció como azúcar en el té.

—Quería verte.

Un pequeño sentimiento me atravesó de culpa me atravesó, después de todo él me invitó, después de tanto tiempo sin tener citas.

—Si, pero cuando pedí una hamburguesa en nuestra primera cita no te importó...—murmuré mirándolo a los ojos.

— apenas nos conocíamos, Nick. —le restó importancia dándole un bocado a su ensalada. Que asco. Odio la ensalada, no me gusta nada; la he preparado, pero no es mi gusto, lo cual es desesperante para mi porque Hans come mucha ensalada y siempre tiende a criticarme cuando como algo que no sea "nutritivo". Tampoco es como si él estuviera en forma, es alto y delgado pero no es un atleta. No tengo nada en contra de las personas que comen ensalada, simplemente mi gusto no es.

Decidí cambiar el tema, era nuestra primera cita después de tanto tiempo. Después de todo, debía aprovechar el tiempo que Hans apartaba para poder verme —¿me acompañas a mis prácticas? Me gustaría mucho que estuvieras ahí...

—Sabes que no y no nos pueden ver juntos. —al menos puede hacer un esfuerzo por mirarme a los ojos.

—No quiero que nos escondamos más. —entrecerró sus ojos en mi dirección al fin captando su atención, más que una queja era una súplica. —quiero que seamos como las parejas normales, de esas que...

—otra vez con lo mismo... la vida no es un cuento de hadas Nick, yo soy así y las cosas son así conmigo. —me cortó, saco su celular del bolsillo, una sonrisa se dibujó en su rostro y se levantó de la mesa —me tengo que ir, tengo un asunto importante que atender. No te olvides de pagar lo tuyo.

¿Yo no soy importante? ¿Lo que tenemos no es importante? Soy el único intentando salvar lo que sea que tengamos.

—Está bien, que te vaya bien...—desanimado deje mi hamburguesa, pagué por la comida que no consumí y me largué de ahí con un mal sabor de boca. Liam y Elian tienen razón, no sé qué estoy haciendo aquí, no sé qué hago en esta relación que no se acerca a una relación.

Serendipia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora