Leonardo
Tuve los exámenes de los reprobados y gracias al cielo, esta vez aprobaron, estudiaron y aprobaron, realmente piensan que soy terrible solo por lo mala cara. Yo no quería que Nick pensara que soy un malhumorado, eso es lo que dicen los alumnos de mi, no todos. Solo los que reprueban. Aún así tengo miedo que él sea malo en mi materia, yo tenga que reprobarlo y el me termine odiando por eso; pero ser amigo del dueño de la universidad tiene sus ventajas, estuve revisado sus calificaciones y nunca ha reprobado una materia, tiene calificaciones buenas, nada de que llegar a preocuparse, eso me alivia y me hace sentir ligero.
Nick podrá gustarme pero no por eso le voy a poner una calificación de diez sin que haya hecho el esfuerzo, aunque si él quisiera negociarlo...No, no, no Leonardo. Tú no eres así, le vas a poner la calificación que merezca. Aunque si me ofrece un beso por tres décimas...Ay, que no. Eso no. Tenemos moral y valores. Eso nos enseñó mamá. Pero también si se pone a llorar por tener una baja calificación...Si, si él llora puedo subirle unas décimas, es lo que hace un caballero...¡No! Eso está mal también. Pero si sus calificaciones bajan y va a perder su beca, puedo decirle a Steven que no se la quite...No, no puedes intervenir en esos asuntos.
Sentado en la cafetería de siempre terminando de comer revisé la hora, era momento de volver a casa y aprovechar lo que quedaba del fin de semana antes de volver a dar clases el lunes. Clases a Nick. No, clases a su grupo... y a él.
Me puse de pie dejando dinero y propina en la mesa apenas di dos pasos para seguidamente quedar congelado. Debo estar alucinando, eso o es de verdad que Nick viene hacia mi. Antes de reaccionar y poder decir un hola como una persona normal, tomó con fuerza el cuello de mi camisa negra, jalo fuerte haciéndome encorvarme a su altura. Jesus. Debe de ser una broma, Nick me está besando.
Mi rostro de pura sorpresa, cejas elevadas, ojos abiertos como si quisiera dar crédito a lo que está pasando, estaba congelado, esto no era cierto, yo no me drogo y tampoco fumo. Detengo mis pensamientos, en mi sorpresa, enfocándome en Nick besándome, si era un sueño ni de puta madre quería despertar, también para fijarme en ciertos detalles que guardaré para mi mismo y recordaré después. De cerca huele muy bien, cítrico frutal, es más bajo de lo que pensaba tuvo que jalar mi camisa para poder besarme, me importa poco la camisa, él es quien la está jalando. Todo está pasando demasiado rápido, intento fotografiar su rostro con sus ojos cerrados, el color en sus mejillas, tan cerca de mi. Separó sus labios de los míos lentamente, mirándonos a los ojos supe que querría ver sus ojos azules todos los días de mi jodida vida. Pagaría por ello. Debía estar soñando, esto de los besos no pasa en la vida real, solo en los libros.
Aún sin poder creer lo que acababa de suceder, inconscientemente mi mano se elevó y mis dedos tocaron mis labios. Sintiendo todavía el agradable calor que los labios de Nick habían proporcionado. Mi pene se sacudió en mis pantalones, doliéndome. Tenía que mantener la cabeza fría y evitar que la sangre no se fuera a mis pantalones. Fue en vano porque solo un beso de niños de secundaria me puso jodidamente duro.
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Serendipia.
Romance"Mirando tus ojos veo un paraíso, este mundo que encontré es demasiado bueno para ser verdad." Nick siempre soportó mucho en una relación (aunque la palabra relación queda muy grande en comparación con las migajas que aceptaba) pero él se terminó c...