Voluble (Catradora)

Capitulo X

Fright Zone

El "Emperador" Hordak o "Lord Hordak". Un ser un tanto cómico si me lo preguntan.

En fin, se paseaba por los alrededores de su Guarida en silencio procesando lo que le acaban de decir. "¿Una recluta en proceso de  gestación?" "¿Adora, la ya nombrada Capitana de la Fuerza tiene la culpa?".

La soldado quién se había encargado de pasarle aquella información, sólo lo observaba sigilosomente a la espera de una reacción. Cuando por fin se dispuso a hablar, la soldado dio un pequeño brinco de la sorpresa.

—Espero que no me estés tomando el pelo, soldado. Esa es una acusación muy grave— tomó asiento en su trono.

—Se lo aseguro, Mi Lord. Las he estado espiando todo este tiempo por órdenes de Shadow Weaver, desde entonces las tengo vigiladas.

El Emperador Hordak golpeó con fuerza el antebrazos de su Trono, el golpe resonó entre las estrechas paredes haciendo sobresaltar a la soldado.

—¿¡Hasta que punto haz llegado!? ¡Todo esto es tu culpa!— dice apuntando hacia Shadow Weaver quien se había mantenido al margen —No debí hacerte caso y dejar que ellas estuvieran juntas. No se cuáles eran tus planes ni que querías ganar con eso, he aquí las consecuencias. Prepárate para sufrir un castigo. ¡Tu y tus subordinadas han perdido mi confianza definitivamente!

Shadow Weaver no se inmutó por sus gritos y reclamos. Total. Ya está acostumbrados a ellos, es como si fuese el único idioma que él habla.

—Mi Lord, asumo las consecuencias de mis decisiones, sin embargo, podemos sacarle provecho a esta situación.

La soldado abrió los ojos con sorpresa. Hordak se levantó de inmediato para encarar a la mujer frente a él.

—¿Que tratas de decir? ¡Conoces las reglas! ¡Esto es imperdonable! ¡Las relaciones sentimentales están prohibidas!¡Sobre todo procrear!

—Entiendo perfectamente la situación, pero si me permite hablar podré comentarle lo que tengo en mente.

En la cabeza de Hordak no cabía la posibilidad de aprovechar una situación como esa—Pues incumplir la reglas se pagan con la muerte — Sin embargo, la curiosidad por saber que es lo que tenía en mente aquella mujer le ganó. Resopló con resignación y sentó de nuevo en su trono para mira a la mujer frente a él.

—Te escucho.

"Porque tengo problemas
y tu también los tienes"

***