Voluble (Catradora)

Capítulo XI

"Tengo derecho a decir lo que siento
y voy a pagar por esto"

Días antes

Adora

Mi estómago gruñó hambriento. Desde que me dejaron aquí, he intentado desatarme pero ha sido difícil desde mi posición. Tengo sed y estoy hambrienta. Ahora entiendo porque no todos los nombrados Capitanes llegan a pasar.

Espero que Catra este comiendo bien...

El sonido de un arbusto sacudiendose llamó mi atención, enfoqué mi vista para ver de que se trataba. Cuando derrepente, una criatura salió de aquellos arbustos y comenzó a acercarse. Su pelaje parecía estar hecho de las mismas hojas que los arbustos, con cuernos alrededor de su cabeza, colmillos que hicieron que me congelara en mi lugar — Pues no tenía armas para defenderme—y ojos tan oscuros como la noche.

¡Carajo!

¿Ahora que hago?

¡Me van a devorar!

Cerré mis ojos a la espera de mi muerte inminente—que nunca llegó—Cuando abrí los ojos para saber que había pasado, ví que la criatura ya no se estaba moviendo, tenía los ojos cerrados y una flecha clavada justo en la cabeza.

—Eso estuvo cerca.

Un chico moreno con un arco apareció junto a otra chica con cabello rosa.

—¡Oh por Dios! ¿Te encuentras bien?

El chico del arco se me acercó, me alteré y le propiné una patada en el estómago.

—¡Aléjate de mí!

La chica de cabello rosa inmediatamente se le acercó para ayudarlo a levantarlo por el golpe que le dí.

—¡Oye! solo intentamos ayudarte — dijo la pelirosa viendome con enojo, luego sus ojos se abrieron con sorpresa al mirar detenidamente mi uniforme y la placa que tenía en el — Así que eres una soldado Hordiana.

El del arco se recompuso y se puso de pié.

—Hay que desatarla.

O sea, no me vendría mal una ayudita, pero es mi prueba como Capitana y tengo que hacerlo sola.

—Está bien. La llevaremos como prisionera. Esta vez ten cuidado, Bow. Puede estar atada, pero se ve que aún así es un peligro.

El nombrado Bow se me acercó desde otro ángulo para evitar que lo pateara de nuevo  para desatar la cuerdas.

—¡Hey!¿A tí quien te dijo que quería ser desatada?

La pelirosa cruzó los brazos.

—Estas arrestada. Eres nuestra prisionera y te llevaremos a Bright Moon para que seas juzgada frente a la Rebelión.

Apenas sentí las cuerdas flojas, me lancé sobre Bow para noquearlo, pero en cuestión de segundos la pelirosa sacó una flecha con una aguja en la punta y me la clavó en el cuello.

¿Que caraj...?

Todo se volvió negro después.

***