Capítulo XX

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"Otro día se ha ido
Todavía estoy solo
¿Como pudo ser esto?
No estas aquí conmigo"


¿Acaso ella había hecho algo malo?
¿Había sido una niña mala y esto era un castigo?

Esos eran los pensamientos que pasaban a través de la cabecita de la pequeña Finn, en un gélido y sombrío rincón de una celda-a su lado estaban otros niños, ellos eran más grande que ella y nunca hablaban, seguro era porque tenían miedo y querían volver a sus hogares con su familia al igual que ella-abrazaba sus piecitos con su cabeza apoyada en ellos mientras tarareaba una melodía que la ayudaba a calmarse.

Luego de que los hombres malos la ataran, la llevaron a un lugar muy aterrador, dónde el sol parecía nunca salir. Era oscuro, tétrico, eso le recordó a la guarida de los villanos de uno de los cuentos que su Mamá Adora le contaba. Desde entonces, aquellos hombres se la pasan diciendoles cosas raras que en su mayoría no entendía. -Cosas como "Un buen Soldado debe sobrevivir con escasos recursos, si no, entonces no nos servirán de nada y tendremos que deshacernos de ellos"- Aveces les llevaban comida y otras veces agua, por lo que su estómago rugía de hambre siempre por la poca ración de comida.

No sabía ya cuanto tiempo llevaba en ese lugar, con la misma ropa que tenía cuando se la llevaron, sucia y sin bañarse. Sólo quería que sus Madres la sacaran de allí.- Ya no quería ver más el rostro de aquella señora que siempre rondaba por ahí y le provocaba escalofríos cada vez que la miraba con aquellos ojos penetrantes-quería decirles que ya había aprendido la lección, que se comería las verduras que la tía Perfuma le daba a su Mamá Catra para que creciera sana y fuerte, que ya no se dormirá tarde por esperar a que Mami Adora le contara las historia de la Princesa She-Ra antes de acostarse.

Y lo que más extrañaba era que su Mamá Catra le cantara en las noches cuando tenía pesadillas, acariciaba su propia cabecita imaginando que era ella quien la arrullaba para dormir.

•••

Aunque lejos estoy

Puedo sentir un resplandor

Tal vez esté loca

Pero cuando veo tu rostro

Se que no estoy sola

No hay porque deambular

Contigo estoy en mi hogar

•••


Sus ojos se cristalizaron y rompió en llanto.

Era muy pequeña para soportar tanta carga.

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Voluble (Catradora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora