Nemesis Y Morfeo

Celos?

Daníel:  morfeo, va a casarse mañana, quisiera que me acompañaras, a la ceremonia!,  __susurra el chico__

Nemesis: no me digas, y con quien?,  __murmura la mujer mientras, acariciaba el cabello del joven__

Daníel: una humana, es pelirroja como tu,  __habla el hombre__  llevan un siglo conociéndose,  morfeo le obsequio una perla que la mantiene joven, 

Daniel reposaba a un costado de Nemesis,  tenía su cabeza sobre el pecho de la mujer y está,  le acariciaba el cabello haciéndole piojito.

Daníel: si,  todos irán de blanco,  vas a ir?,  __susurra el peliblanco__

Nemesis: si,  entonces van a, opacar a la novia si todos se visten de blanco,  aunque entiendo eso,  __dice la pelirroja__

Daníel:  que cosa?,  __levanta su cabeza__

Nemesis: vestirse de blanco y hacer una boda de blanco,  simboliza, la unión de dos razas diferentes, en una,  __contesta la joven__

Daníel:  vaya eso es, curioso,  __comenta el hombre__  entonces mi bella dama, me temo que devo irme,  __se incorporó__

Nemesis: de acuerdo, entonces nos vemos mañana,  __respondió la chica, mientras veía a Daníel ponerse la ropa__

Daníel:  porsupuesto mi lady,  __hace una pequeña reverencia__

Aquel peliblanco se marcho del palacio de la diosa roja. Para ir a la ensoñación, mientras Caminaba en un pasillo directo, para llegar a su habitación  fue interceptado por morfeo quien pedía explicaciones.

Donde estuviste?,  __mucita el pelinegro__

Daníel:  ho!, créeme no quedras saber donde, estuve, estoy  cansado así que voy a dormir.  __El chico intentó caminar, pero morfeo sujeto su brazo con firmeza__

Morfeo: tú, rey, demanda una explicación del porqué llegas, a estas horas?  __habla en tono fuerte el hombre__

Daníel: bien!, quieres saberlo, pues bueno,  __sonrió de lado__  estuve con Nemesis, me acosté con Nemesis,  y no precisamente a dormir, si no que, hacer el amor,  contento.  __dice triunfante__

Morfeo:  ¡Que!,  __el eterno empujó con fuerza al chico, hacia la pared sujetandolo  con su brazo en el cuello__  que hiciste que?,  __grita el eterno __

Daníel: ya lo escuchaste, no voy a volver a repetirlo otra vez,  __habla con dificultad el peliblanco__  ja!, que,  vas a asecinarme como hiciste  siglos antes, con el esposo de Nemesis,  he!,  __exclama con burla__  pues adelante, matame!.

Morfeo: ¡estás loco!,  __el eterno retiro si  hagarre__  no te vuelvas a acercar a Nemesis,  me escuchaste?, es, por tu propio bien.  __lo señaló  con su dedo índice y se marcho por el pasillo__

La noche paso muy rápido, y los rayos tenues de la mañana se hacían presentes por las ventanas de la habitación, donde dormía la mujer.

Nemesis recibió el desayuno en su cama, y luego se dio un largo baño en su tina, luego, se dispuso a salir para cambiarse, sus sirvientes habían arreglado su cabello en un moño alto del cual colgaba un velo rojo de tul que le daba hasta la cintura,  se había puesto un vestido corte de sirena rojo vino, de copa y de seda, desde su pecho hasta sus rodillas era ceñido, y luego un vuelo de seda y tul rojo se hacia presente,  en sus pies reposaban tacones rojos, que eran cubiertos por la tela de su vestido, reposaban  guantes del mismo color en sus brazos, hasta sus codos, habían también, maquillado el rostro de la diosa en tonalidades de acuerdo a su vestimenta.

No puedo creer, que vayas a poner tu cara frente al tipo, que te tubo dormida durante  diez siglos, Nemesis,   __dice haine__  estas segura que quieres ir?.

Nemesis:  porsupuesto que si, voy a ir por acompañar a Daníel,  y por ver la cara que morfeo va a poner cuando me vea,  __contesta la mujer__  quiero que sepa que no le tengo miedo.

Haine: pues entonces, ten mucho cuidado, si!,  __dice el castaño__

Por otra parte en la ensoñación,  todo hiba de maravilla, la fiesta se hiba a llevar a cabo en el jardín del palacio, los sirvientes habían colocado bancas largas de madera, un arco de flores blancas en la entrada y floreros en cada lugar, pétalos blancos formaban un camino desde la entrada hasta el altar, formado por otro arco de rosas blancas y ramas verdes,  todos y cada uno de los dioses habían sido invitados, todos vestían sus mejores galas blancas y aquello, se veía impecable y glamuroso.

Morfeo conversaba con algunos dioses, en cuanto llegaba su amada eliza, el chico  había tenido unas noches terribles desde que aquel suceso había pasado en su castillo, pero intentaba disimular su preocupación, después de todo este día hiba a ser el mejor  de todos,  era el día  en que hiba a contraer matrimonio con su amada eliza. Que podría salir mal?.

Mientras morfeo intentaba calmar sus nervios por todo lo que pasaba a su alrededor,  una hermosa novia era arreglada en una habitación del palacio.

Aquella mujer llebava el cabello  sujeto en un moño, adornado por un velo largo blanco y una pequeña tiara de perlas blancas, y un vestido blanco a la talla  de su cuerpo,  un par de tacones blancos y un maquillaje suave, y aún así aquella mujer lucia hermosa,.

Por otra parte en la entrada del palacio más dioses seguían llegando,.

Pensé que no vendrías,  __dice con alegria el joven peliblanco __

Nemesis: y dejarte plantado , no, eso no va conmigo,  __exclama la mujer bajando de su carruaje__

Daníel: pues me alegro que hayas venido, gustas pasar?,  __el joven le ofreció su brazo para que ella acomodará el suyo__

Aquella peculiar pareja siguió a las demás,.para llegar al jardín,.   Daniel,  lucia completamente de blanco al igual que todos ahí,  Nemesis captó las miradas de todos aquellos que ya se encontraban sentados en las bancas, aquella mujer lucia como una gota de sangre enmedio de tanto color blanco,. Los dioses comenzaron a murmurar entre ellos, lo cual no tardo en llagar a oídos de morfeo,

El joven pelinegro,  vestia una especie de túnica con magas, de color blanca, que le daba  hasta los pies, sus ojos y cabello era lo que más resaltaba de todo su ser,

Morfeo, sintió su alma, removerse desde adentro, camino en dirección de aquella pareja, pero fue interrumpido  por la entrada de la novia quien venía acompañada de sus damas,.

El eterno, tuvo que contenerse las ganas de ir y armar un gran escándalo ahí mismo.