reclamos

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(Narrador omnisciente)

Y que tal te fue ayer?, Nemesis,   __cuestiona el joven__

Nemesis:  Todo bien, ya sabes nada común ni nada exagerado!,  __murmura la joven__  averiguaste lo que te pedí?.

Haine:  así es,  __responde el chico__

Aquellos dos seres, se encontraban en la sala de aquel  palacio.

Nemesis: y bien?,  __cuestiona la mujer levantando una ceja__

Haine: pues te sorprendera saber que tienes a dos dioses en tu contra,  Apolo, y, Hermes,  al parecer ahora son leales a morfeo.  __dice el castaño__

Nemesis:  vaya, vaya, vaya, que maravilla, al menos tengo trabajo que hacer, veo que son unos traidores.  __mucita la chica__

Haine: y que piensas hacer?,  __habla el chico__

Nemesis: Quizá me sirvan de, experimentos!,  __sonrió con malicia__

Haine: por cierto Nemesis,  el pajarraco de morfeo quiere verte, esta abajo!,  __habla sin importancia__

Nemesis: no me digas!,   __mucito la mujer__  hazlo pasar entonces.

Aquel castaño asintió y salió de aquella sala dejando sola a la diosa, aquel pelinegro se encontraba esperando unos metros afuera de aquella puerta.

Haine:  puedes pasar!,  __habla el chico con ego__

Aquel eterno avanzó pasando al lado del chico, para luego entrar a la habitación. 

La cual estaba en total silencio, ni una alma, nada absolutamente nada, por un leve momento aquel eterno pensó que aquel castaño le había gastado una broma. Rodeo los ojos inspeccionando el lugar, derepente un movimiento de una criatura pálida  colgada del techo lo hizo dar dos pasos hacia atrás, 

Morfeo:  ¡Nemesis!,  __mucito  el joven con sorpresa__

¡Hola!,   __contesto aquella criatura pálida aún colgando del techo con sus manos y pies, aquel espectro se descolgó del techo  callendo enfrente de morfeo__. ¡morfeo!,  __dijo aquella mujer pelirroja__

Morfeo:  que hiciste?,  __reprendio el joven__

Nemesis: que paso morfeo,  __dijo entre dientes aquella mujer__  no te gusta mi nueva forma,  __habla con una sonrisa mostrando sus dientes__

Aquel joven cambió su semblante serio y defensivo, por una pequeña sonrisa en sus labios.

Morfeo:  Tu forma de demonio te sienta muy bien,  __respondio el pelinegro con vos juguetona__  pero no vine a hablar de tu cuerpo.

Nemesis soltó una enorme carcajada que lleno la habitación,.

Nemesis: bien entonces quieres tratar algo de, negocios,  __cuestiona la mujer__  te ofrecería algo de tomar, pero dudo que el señor de la ensoñación  veva, sangre, humana!,  __la chica vaciaba líquido rojo desde una botella de vidrio hacia una copa__  ha no ser que quie....

Morfeo: no gracias!,  seré directo Nemesis,  quiero que me digas donde y quien es mi hijo,  __soltó de una vez aquel eterno__

Aquella diosa casi se atraganta con su  bebida.

Nemesis: disculpa?,  __se hizo la ofendida__  no te escuche muy bien, podrías rep...

Morfeo: donde está  el hijo que tuviste cuando tu y yo éramos esposos?,  __vuelve a preguntar el joven__

Nemesis:  perdiste la razón,  no se de que hablas,   __dice en tono calmado aquella mujer__

Morfeo:  sabes perfectamente bien de lo que hablo, Nemesis  no te hagas la tonta con esto,  __el eterno comenzaba a levantar la voz__

Nemesis: no me estoy haciendo la tonta,  el tonto aquí eres tú!,  __responde la mujer__   Además no se de donde sacas  esas tonterías.

Morfeo: Tu hermana dijo que no eran tonterías!,  __dice  el dios__  Katrina,.

Nemesis se dio la vuelta dándole la espalda al eterno, empuño sus manos en un puño cubriendolas con su vestido,.

Morfeo: y bien vas a seguir negándolo,  vas a seguir negándome que tengo un hijo tuyo, que ambos somos padres de esa criatura!,  __reprende el pelinegro__   ¡Nemesis!,  __levanta la voz el chico__

Nemesis: ¡Si es cierto!,  __grita la chica __  o quizá no, ya fuera si,  o no, tú,  no tienes ni el mínimo derecho sobre ese hijo,  es mioo!,  

Morfeo: Que  hiciste con él, se con certeza que hiciste una criatura con el, donde esta, y quien es?   __demanda el eterno__

Nemesis: tu no tienes derecho a saber nada, tú  ya no formas parte de mi, y fui yo quien parió a ese niño no tú!  __contesta con vos molesta__   jamás te preocupaste por mi cuando yo era tu esposa,  siempre fui como un trapo sucio arrinconado en una esquina, esperando pacientemente que alguien me notará,  pero no fue así,  ¿y que hiciste cuando te dije que quería tener un hijo tuyo?,  ¡Que hiciste!,   __grita la mujer__

La pelirroja se acerco a paso lento donde estaba morfeo.

Nemesis:  me corriste cual perro malhechor de tu palacio,   eso fue lo que hiciste,   __habla con vos lenta__

Morfeo:  yo no hice eso Nemesis y lo sabes. Te fuiste de la ensoñación,  porque esa era tu decisión y quien era yo para impedir algo que no estaba a mi alcance,  si tu deseo era irte de mi lado estaba bien, yo no hiba a detenerte,  __exclama el pelinegro__  pero de ahí a que ahora me niegues a un hijo, eso si te lo puedo  impedir.

Nemesis:  y como, encerrandome en sueños y pesadillas nuevamente,   __demando la mujer__
Eres un maldito cobarde morfeo, tenerme encerrada  durante 10 siglos, 1,000 años, 11,999.987 meses, 52,142.857 semanas,  365,000 días,  8,760.000 horas y, 525,600.000 minutos.
En lugar de eso hubieras cortado mi cabeza y la hubieras colgado en la punta de una lanza.

Morfeo: hay una gran diferencia entre tu  y yo, Nemesis,  yo no mató por placer, tú  en cambio tienes que hacerlo para cubrir todos tus crímenes. __exclama el pelinegro __

Nemesis:  __la mujer le propicio una bofetada en la mejilla al eterno__  escúchame bien,   __lo tomó por los cuellos de su chaqueta__  puede que seas un eterno, puede que seas un dios con mucho poder, puede que no me hayas asesinado porque tu no eres un asesino,  pero yo si,  y yo no voy a cometer el mismo error que tuviste tú,  yo, si voy a asecinarte morfeo, muy lentamente, pero primero voy a asecinar a todos aquellos que están de tu lado y me haré un jodido festín con su sangre.  __lo suelta de un golpe de su ropa__  lárgate, de aquí,   no te preocupes en venir si muero me llevaré a la tumba el secreto de quien es nuestro hijo, tu jamás lo sabrás.   __terminó de decir la pelirroja__

Nemesis Y Morfeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora