Nemesis Y Morfeo

Corte

__¡presentamos ante la corte a la acusada!__ la diosa del Karma, Nemesis,  señora de la justicia y el balance, señora de Ramnunte,  diosa madre del castigo y reina de la verdad. __exclamó un mensajero, y literalmente pudo haberse ahorrado aquellos nombres que ahora, no me servían para nada.  __¡por sospecha de asecinar a Eliza, una mujer humana y esposa del dios Morfeo, rey de la ensoñación!__ dijo. __y por otra parte presentamos a la parte acusadora, La musa Caliope__.

Mis ojos se abrieron como platos, y mi rostro denotaba confusión, se suponían que estaba aquí sentada en esta silla recibiendo las miradas raras de todos los dioses por culpa de morfeo, pero no era así, había sido Caliope la que se había tomado el tiempo y el placer de enjuiciarme. La musa salió de una puerta y se colocó frente a mi,  a unos cuantos metros, para luego comenzar a hablar.

__Muy bien, Caliope, puedes comenzar a hablar__ exclamo Zeus. __dinos porque razón traes a la diosa Nemesis ante nosotros__

__¡tengo muchas razones para traer a Nemesis delante de ustedes, primero, quiero exponer que el día en que Eliza murió, o más bien la asesinaron!__ habló,  y luego me vio de reojo.  __yo estuve presente__

Todos y cada uno de los participes que se encontraban ahí, se quedaron con la boca abierta mientras murmuraban hacerca de aquellas palabras un poco tontas,  que habían salido de la boca de la musa.

__¿como que estuvo presente?__ cuestiono Atenea.

__¡yo pasaba por la calle, frente a la casa de Eliza,  cuando escuche unos gritos aterradores, luego, una mujer salió de la casa llevaba una capucha que la tapaba toda hasta los talones!__ dijo. __esperé  a qué se fuera y luego entre en la casa, para mi mala suerte tuve el horror de presenciar y encontrar a Eliza tirada en el suelo, la mutilaron  perdió mucha sangre, y devido a esto había muerto__

__¡Disculpen que interrumpa, esta fascinante historia pero, que pruebas tiene caliope de que fue Nemesis quién asecino a esa mujer, la única cosa que  vio fue a esa silueta encapuchada salir  de la casa!__ esas no son pruebas suficientes.  __declaro Hades__

__también había una daga  tirada en el suelo,  esas dagas solo las utiliza Nemesis,  es la única que asecina a sus víctimas con esos instrumentos,__ exclamó caliope, y su vos comenzaba a sonar algo enojada. __Nemesis es una asecina,  y deve morir__

__¡objeción dios zeus!__ grito desde lo alto Eris, y luego se puso de pie. __lo que dice Caliope son mentiras, Nemesis estuvo conmigo el día en que asesinaron a esa mujer,  la diosa roja llegó de visita a mi reino, y estuvo durante toda la tarde y parte de la noche ahí,!__ defendió aquella mujer.

__¡De acuerdo, Caliope, a que horas paseabas por esa calles en el mundo humano!__ preguntó  zeus.

__Eran casi las siete de la noche,__ respondió.

__¡ha esa hora Nemesis aun estaba en mi reino, y no sé movió para nada de ahí, y se marcho a las once de la noche de mi palacio!__ inquirío Eris.

__¡seguramente,  Nemesis encontró la manera de hacerte ver como que estaba ahí, más en realidad no lo estaba,!__ Escuchen, la única que tenía problemas  con la joven y inocente Eliza era Nemesis,  ¿por qué?, bueno simplemente porque quería que morfeo sintiera el mismo dolor que hace años ella sintió, cuando perdió a su amado amante ¡Damian!__ grito aquellas palabras con tanta repulsión, que me dieron ganas de vomitar, como se atrevía a decir eso en mi presencia,  la hubiera golpeado, seguramente le abría quebrado la cara a golpes hasta que muriera de no ser por que estaba atada a aquella  silla. quise hablar pero mi voz fue silenciada por la de Venus.

__¡Déjame decirte querida caliope, que cuando traes a alguien a juicio, deves traer pruebas de que ese dios hizo lo que dices, entonces dime, ¿donde está la daga que podría incriminar a mi hermana Nemesis?__ cuestiono la mujer. Caliope se quedó callada mientras recibía las miradas de los dioses quienes demandaban una respuesta.
__no la tienes no es cierto,  entonces porque vienes a decir con tanta seguridad que mi hermana, es la asecina__ aquellas palabras salieron como una nota sonora a los oídos de todos los presentes.