Juicio

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____Narra Morfeo________❀✿・:*:・゚❀・:*:・゚✿∘・:*:・゚•❀✿❀✿•

Despedía a cada uno de los dioses que habían llegado a mi reino, para darle sepultura a Eliza.

__¡querido hijo, no sabes cuanto siento esto!__ murmuró por lo bajo mi madre, quien se acerco con pasos sigilosos hacia mi.  __¡lo que hizo Nemesis hace rato fue realmente denigrante!__

__llegó abrazándome, como si esa fuera la forma de disculparse por lo que había hecho, yo le sonreí, pensé en lo que tú  me has enseñado: __que nunca hay que odiar a nadie__ le dije.

__se que, el que ella viniera a presentarse ante ti hoy, fue algo malo,__ ¿realmente crees que ella asecino a Eliza?.

__Y quien más podría hacerlo madre, nadie, tan solo ella,  ella y su odio por venganza__

__Morfeo, se que Nemesis no ha estado bien últimamente,  pero deves entenderla, te amo como nadie querido hijo__ exclamo mi madre con algo de sentimiento.   __si ella asecino  a Eliza tarde o temprano la verdad se sabra, pero prométeme que no tomarás decisiones a la ligera__  tomo mis manos entre las suyas.  __hazlo por lo viejos tiempos, cuando Nemesis era tú, Nemesis.

__¡no puedo prometerte nada madre!__ asesinaron a Eliza,  mi Eliza, mi amada, no puedo perdonar a si de fácil. __solté las manos de aquella mujer.  __te pido que me dejes solo madre, necesito pensar__

____Narra Nemesis _________❀✿・:*:・゚❀・:*:・゚✿∘・:*:・゚•❀✿❀✿•

__podrías dejar de dar vueltas como trompo, estas mareandome__ exclamó haine, mientras estaba sentado en un sofá. __no se porque te preocupas demasiado__

__¿crees que morfeo quiera atacarme?__ pregunté,  con algo de intriga en mi voz.

__definitivamente, creo que si__ exclamó. __es que imagínate a quien le va a gustar que le maten a su prometida, esas cosas no se hacen, pero no deves preocuparte, de todas maneras no lo hiciste tú.

__¡si, no deveria preocuparme,  y no suelo preocuparme, pero cuando yo si hago la cosas, porqué se a que me atengo cada vez que asecino a alguien, pero esta vez yo no lo hice, y por eso no se que pensar!__ exclamé.

__escucha Nemesis,  no creo que morfeo sea capaz de hacerte algo, él te quiere__ mencionó el chico,  y luego las puertas de la sala donde estábamos se habrieron, dejando pasar a una sirvienta.

__¡majestad, disculpe que la interrumpa, pero afuera están las Moiras, y quieren verla!__ habló.

__¡okey, quizá hable demasiado pronto!__ dijo haine.

__te dijeron a que venían__ pregunté.

__¡no majestad,  solo dijeron que era urgente,!__ aquella mujer exclamo  aquellas palabras y luego salió de la sala. Le segui el paso a la mujer y Haine atrás de mi pisaba casi mis talones.

__¡vaya, a que se deve tan desdichada visita!__ exclamé,  cuando pude divisarlas.

__solo tú tienes  el descaro para tratarnos de esa forma, Nemesis __ exclamo la más anciana.

__¡están en mi palacio,  y en mi reino, puedo tratarlas como se me de la gana!__ respondí.

__¡has perdido los modales Nemesis,  hace tiempo recuerdo haber conocido a una joven educada y fina, no a una mujer malcriada y malhumorada!__ dijo la más joven.

__¡pero vamos al punto!__ exclamó  la otra mujer.
__mañana a primera hora tendrás que presentarte ante la corte de dioses, donde se deliberara sobre el asesinato de Eliza,  la esposa de morfeo!__

__¿y yo que tengo que ver en eso?__ cuestioné.

__¡bueno, no creerás que vas a ir  como invitada, de hecho tú eres la acusada__ eres la principal sospechosa del asesinato de una mujer humana,  y ya sabes  que eso es imperdonable.  __pronunció  de nuevo la anciana.

__¡yo no soy culpable de eso!__ intenté decir,  pero mis palabras fueron calladas por la mujer que no era tan vieja ni tan joven de las tres.

__¡Eso, se sabrá mañana!__ se puntual,  a las ocho de la mañana.  __no llegues tarde__ dijo, y luego se desvanecieron del lugar.

__¡me lleva la fregada!__ murmure entre dientes.

__¡vaya es la primera ves que te escucho decir una grosería humana!__ exclamó entre pequeñas risas el castaño.

__¡si bueno todo se jodio ahora!__ dije, mientras me dirigía a mi cuarto.  __maldito morfeo__ musité.

__¡que descanses, y por favor no vayas a suicidarte!__ grito desde la distancia haine.

//

Posiblemente los dioses habían conspirado en mi contra, y en sus mentes seguramente ya me veían con la cabeza cortada, O, encerrada de por vida en un calabozo.  Yo  no esperaba  ni la una ni la otra,  porque era inocente,  pero claro ahora que lo era nadie me hiba a creer.

No había dormido toda la noche, pero mi rostro demacrado no haría que me viera mal ante un montón de tontos, que lo único que esperaban era mi muerte, __entendia que morfeo me odiara__ enserio lo entendia,  ¡o quizá no!. Como fuera me había levantado de la cama, me había puesto un vestido negro con mangas de campana,  en la cintura un corsé del mismo color ceñia aquella parte de mi cuerpo, mis alas estaban abiertas y resplandecian en su color. __posiblemente dirían que me veía como un demonio__

Salí del palacio junto Haine, y al menos sabía que el hiba a estar ahí, el carruaje aterrizó momentos después en un patio desierto en la punta de una montaña.  Aquel lugar era desolador, y una enorme construcción se alzaba en forma de templo,  sus murallas grises y sus pasamanos de piedra junto a sus pasillos adoquinadas, daban una vista desagradable.  Todo aquellos cambiaba hasta que se habrían unas puertas para entrar a una sala, __la sala__ de mi juicio. El lugar era diferente,  era agradable y limpio y sus paredes en color beige se hacían presentes, el suelo era lizo y  de un color dorado, mientras que a sus costados tanto como enfrente y en los lados, eran adornados por palcos,  donde se sentaban los dioses, uno a la par de otro. Enfrente tendría a Zeus,  junto a su esposa y los demás dioses dignos de juzgar a otros.

__ la diosa de la justicia recibira  justicia__ ironico cierto. __musité,  y haine al lado mío sonrió.

Aquellas puertas se habrieron, ya había estado aquí un par de veces, con dioses que yo misma traía enjuiciados al lugar, __nunca estaba lleno__ pero ahora era la esepcion, y cada maldito asiento de todos los lados estaban llenos, y me pregunté de donde carajo habían salido tantos dioses.   Los guardias que me llevaban indicaron que entrara por completo.  Y así lo hice, di paso tras paso segura de mi misma, arrastrando aquellas alas negras en mi espalda,  hasta llegar a una silla enmedio de toda la sala. Busque con la mirada a Morfeo, y no hubo que dirigirla hacia muchos lados de hecho estaba enfrente de mi, a unos cuantos metros arriba.

__¡desgraciado traidor!__ musite para mi misma, Haine ya no estaba a mi lado, se encontraba  a mi derecha sentado en el palco.

Nemesis Y Morfeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora