Boda

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Aquel eterno se dirjio hacia el altar, se posisciono al lado derecho, recibiendo leves reverencias de parte de los dioses que aún buscaban donde sentarse, aquel joven asentia con un leve movimiento en su cabeza.

Aquella fila se acortó y morfeo sintió su corazón desfallecer,  cuando Daníel y Nemesis se acercaron a él he hicieron,  aquella pequeña reverencia de respeto ante el eterno,  morfeo  inspeccionó  aquel agarre de parte de la diosa en el brazo del joven, llevaban sus brazos entrelazados como aquellos señores de época,

La pareja levantó la cabeza y por un minuto,  los ojos de Nemesis se toparon con los de morfeo, se habían encontrado por fin, pero estaban tan diferentes.  Por una parte, él  sentía  que había sanado  de ella, por otra parte y por desgracia a él  le volvieron a brillar los ojos Al verla, la veía como jamás la había visto antes, más linda y segura de si misma.

Ella, para ese tiempo lo había llorado lo suficiente , soñado lo suficiente,  pero nada, había sido suficiente. Y fue  cuando ambos comprendieron que el destino, como tal, salva a unos y condena a otros de por vida.

El pelinegro salió de su trance de ver a Nemesis, hasta que sintió un leve empujoncito de parte de su hermana menor,  Delirio,.

Aquella pareja busco asiento en la primera banca a mano izquierda, y se dispusieron  a ver la fascinante  entrada de la novia, quien Caminaba con su ramo de rosas y lirios blancos, aquel velo se desplegaba por toda su espalda y lo arrastraba por el suelo.

Deseo:  Oye muerte!,  a quien crees que morfeo elija como su esposa?,  __comenta con picardia__

Muerte:  hay por todos los dioses, Deseo de que hablas!,   __responde la morena por lo bajo__

Deseo: ya sabes, mira a Eliza y luego mira  a  Nemesis,  ambas con muchas similitudes en su atuendo, osea!, lo único diferente es el color en sus vestidos, ¡ja!,  __dice el ser__

Muerte:  hay Deseo, ya basta!,  __calló la mujer__

Estamos  aquí reunidos, para unir a estas dos almas en un santo matrimonio.

El amor, nace y crece en momentos y lugares inesperados, pero es lo más importante que tenemos, el amor no distingue razas, especies o personas.

Miradas entre aquellos ojos celestes y verdes, se cruzaban por instantes, morfeo sujetaba las manos de aquella mujer pelirroja.

Y lor morfeo,  se sintió amado por esta joven, su amor es un claro ejemplo que cuando se ama,  la edad, el tamaño,  el color, O, lo que sea, nada importa, nada importa solo esa persona por la cual el corazón late.

Estas nervioso?,  __apretó las manos del pelinegro captando su atencion__

Morfeo: un poco!,  __susurro el joven__

Eliza Collins!,  Acepta como su legítimo esposo a lor morfeo,  para cuidarlo, amarlo y respetarlo hasta que la muerte los separe?....

Eliza:  ¡Si!, acepto.  __habla con emoción la mujer__

Lor morfeo,  Acepta como su legítima esposa a Eliza Collins,  para cuidarla, amarla y respetarla hasta que la muerte los separe?....

Por un instante aquel eterno, tardo en responder, su mirada se desviaba por el hombro de su próxima esposa,  hacia Nemesis, quien yacía ahí, sentada mirando a morfeo igual que el resto de personas,  quienes esperaban su respuesta.

Morfeo:  ¡Acepto!,  __apartó la vista de los ojos verdes de Nemesis y los dirijio a los cafés, de su nueva esposa__

Entonces si hay alguien que se oponga a celebrar esta unión,  que hable ahora  o calle para siempre.

Nadie dijo absolutamente nada, nadie se levantó, ni nadie impidió aquella unión,  ni siquiera aquella persona que morfeo esperaba que se levantara he impidiera aquella boda, no lo hizo.
¿Entonces para que estaba ahí?.

Entonces,  si no hay nadie quien se oponga a esta unión,  ¡yo!,  los declaró, marido y mujer,   ¡puede besar a la novia!.

Aquella pareja se unió en un cálido y suave beso.

Las personas celebraron  aquella unión entre aplausos,  silbidos y vítores.

La celebración dio inicio, habían retirado las bancas del lugar dejando un buen espacio,  espacio en que los dioses charlaban mientras sostenían copas de vino en sus manos, algunos conversaban y otros bailaban al rito de la música.

Deseo: veo que tienes un nuevo amor, Nemesis!,  __exclama  el hombre acercandose a un lado de la diosa __  pensé que hibas a oponerte al matrimonio de mi,  queridisimo hermano.

Nemesis: encerio?,  yo pensé que tú,   estarias muerto,  me sorprende que tu hermano te perdonará la vida, ¡ja!,  __responde la mujer dándole un sorbo a su copa__

Deseo: si bueno las c.....

Nemesis: Daníel!,  __dice la mujer__  nos vamos, tantas personas aquí esta haciendo que me sofoque!.

Daníel: si claro!,  __responde el joven tomando de la mana a la chica__  quieres ir a un lugar más privado?.

Nemesis: Porsupuesto!,  __ exclama la mujer__

Morfeo quien ya hacía un buen rato, había estado observándo a la pareja.

No pudo evitar sentir ¿celos?, de ver a Daníel,  su hijo, coger de la mano a Nemesis y dirijirse hacia el palacio,  la incertidumbre invadió al pelinegro.

Eliza: cielo, estas bien?,  __habla con su voz dulce la joven__

Morfeo: estoy muy bien amor mío, tranquila!,  __emitio el chico__

Por otro lado Nemesis y Daníel,  no perdieron tiempo y comenzaron a besarse de una forma deseosa  desde antes de llegar a los aposentos del peliblanco,   el joven abrió la puerta de espaldas y se dirgio hacia la cama, sin dejar de besarse con la pelirroja.

Nemesis Y Morfeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora