La Diosa, Roja

187 12 1
                                    

(Narrador omnisciente)

Morfeo: bien Daniel, entonces voy a quedarme en el pueblo esta noche con mi amada Eliza,  podrás estar solo verdad,?  __cuestiona el hombre__

Daniel: porsupuesto que si, no deve preocuparse de más,  vaya con cuidado,  __contesta el joven con una sonrisa__

Aquel eterno se alejo del lugar, como había mencionado, mientras tanto el joven Daniel, se dispuso a entrar en el palacio, estaba a punto de que el sol se pusiera ,  entró al palacio y se dirigio  a su habitación donde,  tomó un largo baño, su mirada viajo directo a una pequeña mesa donde minutos atrás  había colocado la llave, depues de salir de su baño se vistió, y tomo la llave en sus manos decidido a ver si funcionaba en aquella puerta.

Cuando estuvo enfrente del mármol pulido, se fijo que nadie estuviera serca o anduviera  husmeando en los pasillos, colocó la llave en la cerradura y  su mano derecha sobre la manija. Habrio la puerta para adentrase en el lugar , sus ojos se posaron directamente  en la hermosa y bien cuidada cama con pabellón negro, que estaba ahí, se acerco sigilosamente hasta llegar al borde de la cama,.  Daníel casi sufre un desmayo repentino al ver que en aquella cama había una mujer,  una mujer de cabello rojo como la sangre, lucia en perfectas condiciones, su piel blanca cual leche fresca y sus mejillas rosadas pálidas, sus labios  color carmesí carnosos, sus manos descansaban sobre su vientre una encima de la otra ,  tenía puesto un vestido color vino que resaltaba más, su piel.

Daníel:  Nem?,  __atino a decir el joven quedando perplejo__

Era más que evidente que aquel peliblanco, se sentía confundido,  lucien le había dicho que en esa habitación, lo único que había era un moustro, y él, había conocido ala pelirroja desde que estaba estudiando,  no le había parecido una mala persona ni nada por el estilo,  su cabeza daba vueltas y vueltas, y solo pudo  abrir el pabellón y sentarse a un costado de la cama viendo a Nemesis.

Daníel:  ¡porque, te tienen aquí!,  __susurro  el chico pasando su mano sobre las  de la chica__

Aquella mujer no estaba muerta, si no más bien dormida, Daniel lo dedujo desde que se sentó a su lado en la cama,.  Quería explicaciones, y quería que morfeo se las diera pero como,  si le habían advertido que no entrará a esos aposentos.   Por inercia o por atrevimiento,  el joven se inclino hacia el rostro de aquella bella mujer, colocando sus labios sobre los de la pelirroja,  su piel era tibia y emanaba un olor a rosas frescas, lo cual  hizo que aquel chico no se despegará de aquel beso.

De pronto,  Daniel sintió como aquellos labios muertos cobraban, vida,   Nemesis abrió  sus hermoso ojos que rápidamente se posaron en el joven que la besaba,  la pelirroja se levantó de la cama y sujeto a Daniel de su nuca, sin separarse de aquel beso, que cada ves se hacía más apasionado.

Nemesis:  Daníel?,  __interrogó la joven separándose del chico__

Daníel:  Nem!,  __susurro el chico__

Nemesis Y Morfeo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora