Morfeo

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Como cuando yo fui juzgada, ahora aquella sala enorme también estaba repleta de dioses, que esperaban que los dioses mayores deliveraran. Aunque claro ahora no había mucho que hacer,  a Morfeo lo habían traído las moiras, y aquellas tres mujeres tenían mucho más poder que  cualquier musa o cualquier dios inferior. Sabían lo que hacían, sabían cómo se movían en sus ataques, y esta vez no hiban a perdonar a morfeo por haberle quitado la vida a su propio hijo, Orfeo había muerto a manos del eterno y aquella obra había enfurecido a las moiras.

Ahora aquellas mujeres imponían sus leyes ante el juzgado, morfeo por su parte permanecía callado y con la vista hacia el frente, parado con sus manos reposadas hacia delante. Tenía su semblante frío y distante era como si aquello le diera igual, no lucia preocupado para nada.

Los palcos estaban llenos, una fila de dioses yacíamos sentados en la sala de abajo donde morfeo se encontraba, los demás estaban a unos cuantos metros de altitud quizá  unos cuatro.

__¡ustedes saben perfectamente,  que matar a un dios que lleba tu sangre es marcar nuestra propia muerte!__ exclamó la más joven.  __El dios del sueño no cumplió con esa regla, y asecino a Orfeo su  propio hijo__ dijo, y los dioses que estaban ahí y que no sabían el porqué morfeo se encontraba aprisionado, se alarmarón en seguido y susurraban cosas entre sí. __Zeus mando callar aquella bulla que se escuchaba, para que así las moiras pudieran seguir con su relato__

__¡La razón de muerte del joven Orfeo, es más que suficiente para acabar con la vida de morfeo aquí y ahora!__ habló la más anciana.

Caliope quién estaba en el palco izquierdo, tan solo se limitaba a llorar pensando en su hijo muerto. Los dioses se oponían y otros decían que lo mejor era dejar que las moiras hicieran su trabajo.

__¡silencio!__ grito zeus poniéndose de pie. __Las reglas entre dioses se deban respetar, cuando no sabes preguntamos, pero en este caso señor del sueño, usted si conocía los riesgos al hacer tal acto , entonces no me queda más remedio que nombrarlo culpable de la muerte de Orfeo, su hijo__ exclamó el dios, y aquella sala se lleno nuevamente de bulla, mientras que Zeus seguía hablando.  __¡por el delito de asesinato en su propia sangre, esta tarde se le condena a Lor morfeo de la familia de los eternos,  a morir en manos de las moiras!__  habló Zeus.   __¿hay algo que cambié esta decisión lor morfeo?__ pregunto el dios.

Morfeo se limito a decir unas cuantas palabras que apenas se lograban escuchar entre tanta bulla, mis ojos por casualidad se toparon con las acciones de Lilith, la mujer estaba en el palco de enfrente y parecía que nadie le estaba prestando atención a las señas que hacía con sus manos, imitando un arco. __supe en ese momento que Lilith no estaba jugando, hiba a matar ahí mismo a morfeo__  susurre su nombre.

__¡Lilith, no!__ dije y me puse de pie. __Lilith no lo hagas!__ grité,  y corrí hasta donde estaba morfeo que ignoraba lo que pasaba con mi hermana,  al igual que casi todos los dioses de ahí. No se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo hasta que me vieron a mi, ahí parada frente a morfeo y con una flecha en mi lado derecho.

Aquella sala se quedó atónita,  y el silencio reino por completo,  morfeo sostenía mis hombros y yo tenía la cabeza agachada, miraba aquella flecha que había traspasado mi pecho y mi espalda, la sangre goteaba hacia el suelo donde ya se estaba formando un charco. Levante mi rostro dirigiéndo mi vista hacia Lilith,  quien ya estaba comenzando a resivir las miradas de varios ojos.

En su mirada había odio,  y en la mía había confusión,  más sin embargo Lilith sin importarle nada,  lanzó otra flecha con sus manos, dispuesta  a acabar con lo que hania empezado, pero antes de que aquel metal diera en su cometido me di la vuelta sujetando a morfeo en una especie de abrazo  y mis alas  se enrollaron en torno a él,  __tratando de protegerlo__ simplemente me deje caer al suelo con él,  pero antes de que nuestros cuerpos pudieran tocar el frío piso, un portal nos esperaba, no sabía a dónde nos llevaría tan solo mi cerebro había reaccionado a crear un portal para escapar de la corte, y escapar de Lilith. 

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