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Taehyung no podía creer que tan rápido habían pasado los meses, los había disfrutado mucho, junto con Jungkook.
Esos días para la pareja fueron muy hermosos, desde la propuesta de matrimonio de JungKook, hasta el día de ahora. Bueno no solo eso, todos los días.
Taehyung quien había colocado una bandana en su cabeza para que sus cabellos no le estorbaran la vista, terminó de colocarse su pequeños boxers, esos más bien que parecían lencería, pero a él le gustaban, se colocó una camisa sencilla color negra y se dirigió hacia la habitación tan solo unos pasos alejados de la que compartía con JungKook.
Taehyung tenía tres meses de embarazo, ya casi cuatro, su pancita era visible.
Hoy sería el día que arreglarían la habitación de su cachorro, aún no sabían si era niña o niño, por eso harían conjugaciones de pintura para la habitación. El de toda la idea fue nuestro querido Omega huraño. Había exigiendo, ordenado, dicho y rectificado, que él mismo iba a pintar la habitación de su cachorro.
Y JungKook no pudo negarse.
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Taehyung salió de su habitación para ir hacia la de su cachorro, al igual que la de él, la habitación de su bebé era enorme. Caminó por los pasillos sin pena o sigilo, pues dentro de la casa solo podían estar JungKook y él, nadie más, y la servidumbre, pero solo en la cocina, y solo subían cuando el Omega lo ordenaba.
Así que simplemente si querían estar desnudos por su casa, lo harían.
Taehyung abrió las grandes puertas y se adentró, adentro de ella solo había lo necesario para pintar. Taehyung se emocionó al ver lo que le pondrían a toda la habitación de su cachorro.
Taehyung se sentó en el suelo mientras agarraba una cubeta con pintura.
Un par de ojos lo observaban con ternura, parecía un osito. JungKook sonrió en cuanto Taehyung frunció el ceño al no poder abrir el bote. Vio como se levantó para poder abrirlo mejor, entonces JungKook se acercó tomándolo de la cintura, alejándolo de el cubo de pintura. sabía que Taehyung haría fuerza para abrirlo, y su Omega no estaba en condiciones.
