Esta historia está inspirada en la mini serie "The nigth manager" basada en la novela de John le Carré.
Jonathan Pine gerente nocturno y jefe de seguridad del hotel más lujoso de Praga se verá envuelto en una serie de sucesos que escapan a su cont...
Gabriela- Quiero que esta noche sea especial. Helena - ¿Que tienes en mente? Gabriela - Oh ya sabes lo que tengo en mente , tengo ganas de que tu novio y tú, me deis unos buenos azotes mientras Vuk lo mira todo y se excita como el voyeur vicioso que es.
No pude por menos que soltar una pequeña carcajada Gabriela a parte de una mujer guapa e inteligente tenía un don para hacer sentir cómodas a las personas con sus más básicos instintos al igual que yo, era totalmente empatica y liberal.
Helena - ¿Sabes lo que no se me va de la mente a mi?
Gabriela era esta vez, la que reía a carcajadas coquetas.
Gabriela- A parte de ver a Vuk y a Jonathan enrollarse de un modo salvaje, no se me ocurre nada...
Ambas reíamos esta vez cuando escuchamos que Vuk venía de correr como todas las mañanas.
Vuk- Helena, exquisita como siempre Helena- Gracias Vuk y tu tan atento como siempre.
Se acerco a Gabriela y la besó con ganas mientras apretaba su culo, después de besarse, ambos me miraron y sonrieron de lado, yo estaba como absorta, puesto que verles besarse, me parecía siempre de lo mas erótico , Gabriela extendió su mano y me atrajo hacia ella , me besó mientras sonriendo decía.
Gabriela- Desde aquella noche moria por besarte otra vez, eres tan dulce.
Y ella era tan sexy, desconocía la sensualidad que desprendía, lo cual la hacía todavía más especial, miré a Vuk que nos miraba con verdadero deleite, mordiendo su labio inferior y sonriendo de lado, me excitó ver el deseo con el que nos miraba a ambas, Gabriela me había dicho ya, que Vuk no solo estaba encaprichado con Jonathan , si no , también conmigo, así que no se de donde saqué el valor y mi mano voló a su entrepierna que estaba empezando a latir, al contacto con mi mano, Vuk, gimió roncamente y cuando metí la mano por dentro de esos pantalones de chándal que no opusieron resistencia ninguna, noté como se estremecía, un Joder ronco salió de sus labios.
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Gabriela- Dios, pensé que nunca lo harías Helena, él, lo esta deseando.
Ella metió sus manos debajo de mi fina blusa y comenzó a jugar con mis pezones mientas besaba de nuevo a Vuk y yo le masajeaba esa elección que pedía a gritos ser lamida, Dios como moria de ganas de comerle la polla y verle gimiendo y gruñendo hasta correrse en toda mi garganta ...
De repente escuchamos la voz de Jonathan que llegaba de la calle...
Jonathan - ¿Hay alguien?
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