Capitulo 22 (Narra Helena)

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La verdad es que yo , estaba en un mar de pensamientos sin control, por un lado me fiaba de la intuición de Jonathan, por otro sentía que no era del todo imparcial en este asunto, pues Dobre me atraía sobre manera , a Jonathan le amaba y Gabriela... mi alma me decía que Gabriela era una buena persona que amaba a Dobre, que merecía ser feliz y vivir libre y tranquila, Gabriela no era culpable de delito alguno , aparte del consumo inmensurable de drogas y alcohol, bueno también de practicar sexo en exceso y disfrutar de todo tipo de prácticas BDSM , conocidas y por conocer, le gustaba dar placer y sentir placer y para eso , sinceramente, era la mejor, disfrutaba de todo , mirando, ejerciendo de sumisa o dominante , todo para ella era erotico, sensual , placentero y para el disfrute de su cuerpo y el de los demás .

Decidimos, entre las dos, mantener la visita del indeseable de Víctor en secreto y no estropear el último día ya que a la mañana siguente ellos partirian a Aranjuez en el Jet privado de Vuk.
Tras convencer a Marcello que no dijese nada a Vuk ni Jonathan , Gabriela al fin estaba más tranquila y sonriente, me miró coqueta y me dijo...

Gabriela- ¿Que tal si hacemos de esta noche la más especial de todas?

Y sacando una caja llena de sustancias estupefacientes y de toda variedad que facilitaría una bonita noche de pasión a la persona con menos instinto sexual del planeta, me pidió que la acompañase...
Yo iba sonriente como una polilla atraída por su luz, se notaba que llebaba tiempo planeando esto, imaginé como sería estar los cuatro juntos dando reinda suelta a ese deseo contenido que teníamos los unos por los otros , desde hacia semanas, me llevó a una habitación, donde nunca había estado , tenía todo lo que puedes necesitar para una completa sesión de sexo del bueno, el suelo gris combinaba madera y moqueta , las paredes blancas y negras combinadas con múltiples espejos de diferentes formas y tamaños , en el centro una majestuosa cama redonda con una barra de baile presidian la estancia, tras unas cristaleras se apreciaba un jacuzzi infinito, la iluminacion era perfecta y las texturas sublimes , el sillón sexual totalmete blanco como el resto de la decoración, contrastaba con las obras de arte expuestas en la pared así como las esculturas, todas de tematica erótica creaban un ambiente perfecto para la mejor de la noches.

Yo iba sonriente como una polilla atraída por su luz, se notaba que llebaba tiempo planeando esto, imaginé como sería estar los cuatro juntos dando reinda suelta a ese deseo contenido que teníamos los unos por los otros , desde hacia semanas, me l...

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