Esta historia está inspirada en la mini serie "The nigth manager" basada en la novela de John le Carré.
Jonathan Pine gerente nocturno y jefe de seguridad del hotel más lujoso de Praga se verá envuelto en una serie de sucesos que escapan a su cont...
Notar su lengua jugando en mi boca, sus manos apretandome contra la pared , sentir como me deseaba, me excitaba sobre manera , no podía tenerla más dura , me molestaba dentro de mis pantalones, apoyó su frente en la mia me miró respirando fuerte, estaba tan excitado como yo... Bajo su mano y apretó fuerte mi erección , me produjo una sacudida que llegó directo hasta mi nuca lo que me hizo gruñir en su oído.
Dobre- No sabes cuantas veces he imaginado esto Pine
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Cuando me dijo esto, baje mi mano hasta su durisima polla y apreté con ganas a lo que el respondió pegando más su cuerpo al mío, con rapidez desabrochó mis pantalones, al contacto con su mano gemí roncamente y eché mi cabeza hacia atrás, noté como bajaba despacio y de golpe sentí la calidez de su boca abrazando mi erección , ¡joder! me temblaron las piernas tuve que apoyar mis manos en la pared, comence a sentir su lengua, jugando de arriba a abajo, me daba un placer inmenso, comenzó a masajear mi culo mientras sus succiones se volvían más feroces, se metía cada vez más mi polla en su boca hasta que llegue a notar su garganta , sentí como jugaba con mis testículos , los acariciaba y tiraba de ellos de manera tan suave que no se cuanto más iba a poder aguantar, estaba muy caliente y casi de modo involuntario tiré fuerte de su pelo empujando más su cabeza contra mi polla y me corrí como nunca antes , en ese momento fui consciente de cuanto tiempo llevaba reprimiendo mi deseo hacia Dobre. El siguió lamiendo hasta que vio que casi no me tenía en pie, se levantó me besó y me miró con esa fría mirada suya que te atravesaba por completo y siempre desconcertaba, sonrió de lado y dijo:
Dobre- Me va a costar hoy bajar lo caliente que me has puesto Jonathan, pero por hoy creo que tienes suficiente, te veo mañana, descansa bien, tenemos planes que organizar.
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Y sin más, se largó del despacho dejándome, supongo con la mayor cara de gilipollas que alguien puede tener en este mundo. Ostia puta! Todavia me temblaban las piernas de la mamada que me había hecho, tanto que me tuve que sentar en el sofa, de repente Helena vino a mi mente y ensombrecido mi pensamiento, ahora la culpa se apoderó de mi, quitándome hasta el último aliento, me puse a llorar como un niño, yo amaba a Helena que acababa de pasar Dúos mío esto no estaba bien, debía salir de aquel lugar lo antes posible, no podía mirar a Helena a la cara nunca más, ní a Dobre, la presión en mi pecho me aplastaba, quería salir de allí pero no podía dejar de llorar y el remordimiento me tenía paralizado.
