IX.- Un amigo en el bosque

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IX.-
Un amigo en el bosque


Los primeros recuerdos que Wei Ying recuerda después del atentado de esa mujer fueron de las calles de Yiling.

Su nombre era Wei Ying, no lo había olvidado.

Solo que claramente, podía recordar que sus padres que lo habían cuidado hasta que un día estuvo completamente solo en las frías calles de Yiling.

Pero lamentablemente no podía volver a recordar como eran sus padres, su voz, si lo habían amado, qué les había pasado, si estaban muertos o si simplemente lo habían abandonado.

Ya no podía recordar nada más que el sobrevivir en las calles.

Sus recuerdos fueron borrados por esa mujer.

Pero también recordaba a una niña, una hermosa niña vestida de blanco que le regaló el preciado sonajero que guardaría con su vida.

Ese sonajero significaba el primer acto de amabilidad y bondad que hicieron por él de forma tan desinteresada. Acto que nunca más se repetiría por un largo tiempo en su vida.

También recuerda el día que Jiang FengMian lo engaño haciéndole creer que si iba con él estaría bien. Recuerda perfectamente ese día como "La gran mentira", porque todo lo que le dijo fue una completa mentira, que consideró y aceptó por ingenuo e inocente. Sabe que no había forma de evitarlo, era un pequeño niño con la ilusión y esperanzas de tener una familia.

Y recuerda la primera vez que vio a Jiang YanLi, ella lo recibió con los brazos abiertos y una gran sonrisa, lo cuido desde el primer día que llegó a esa secta, nunca olvidaría ese día, nunca lo haría.

Ella era como su madre, a pesar de ser solamente unos pocos años mayor que él.

No importaba lo que le digieran.

Jiang YanLi era su madre.

Otra cosa que puede recordar también es el primer encuentro con Jiang Cheng y la conversación que tuvieron la misma noche de su encuentro. Se hicieron cercanos después de eso, se volvieron hermanos.

Y lo que realmente odiaba recordar fue el día que conoció a esa mujer que lo obligó a perder la memoria, esa mujer apareció en su vida como una interminable tormenta de color morado seguida de gritos y chispas de energía de su maldito látigo.

Odiaba ese puto látigo que cada día destrozaba su espalda.

Odiaba recordar el cómo un día ella vino y lo atacó especialmente en la cabeza para que olvide todo, para que olvide a sus padres, para que olvide la mayoría de recuerdos con sus hermanos, olvide su infancia con sus padres, todo lo que apreciaba en esos momentos.

Juro que algún día la haría pagar por eso.

Y por eso se encontraba aquí, en un bosque muy lejano de Muelle de Loto, en una casería nocturna, acababa de cumplir 13 años hace una semana y decidió ir de casería para alejarse de esta horrible mujer con quien desafortunadamente convivía.

Él sabía que actualmente era muy débil para hacer algo contra ella, pero no importaba, sabía que algún día la hará pagar, no hoy, no mañana, pero sí algún día en el futuro.

El dolor del jade y el loto rojo [Mo Dao Zu Shi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora