⚠: Menciones de violación, muerte y descripción de tortura.
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XXVII.-
Sombras y Resentimiento del Pasado:
La Prostituta de LanLing Jin
En las calles elegantes del corazón de LanLing Jin, la lluvia caía perpetuamente como lágrimas de los dioses y los vientos soplaban como susurros cargados de advertencia y tristeza, caminaba una muy herida mujer. Era una mujer de belleza excepcional, de largos cabellos negros, elegante cuerpo y un hermoso rostro que no podía ser opacado ni por la sangre y sus túnicas raídas.
Esta bella mujer cayó sin fuerzas frente al lugar donde los hombres se pierden en el placer, olvidando a sus esposas, y trayendo la atención de las trabajadoras del lugar. Una de ellas soltó un gritó y llamó a las demás para atender a la pobre mujer herida.
Las trabajadoras, con sus corazones llenos de compasión y un tanto de curiosidad, se apresuraron a rodear a la mujer caído en el umbral del local. La lluvia empapaba su figura, haciendo que la túnica se adhiriese a su piel como un recordatorio cruel de su sufrimiento. Con manos delicadas, la levantaron y la llevaron al interior, alejándola de las miradas curiosas de los transeúntes y de los hombres que, absortos en sus placeres, no notaban el drama que se desarrollaba a su alrededor.
Una vez dentro, las trabajadoras se movieron con la eficiencia de quienes han enfrentado crisis diversas en el pasado. Con un cuidado casi reverente, la colocaron sobre una de las camas del lugar, apartando las cortinas para crear un espacio más privado. La atmósfera era tensa, cargada de un misterio palpable, mientras una de ellas, la más experimentada, comenzó a examinar las heridas de la mujer.
—¿Qué te ha pasado? —preguntó con suavidad, mientras aplicaba un ungüento a una herida en su brazo, que había estado sangrando profusamente.
La mujer, aun con dolor, sólo pudo murmurar palabras incoherentes, como si su mente estuviese luchando por aferrarse a la realidad. Las trabajadoras sabían que la historia de aquella mujer herida era más profunda de lo que aparentaba, pero decidieron dar su apoyo prescindiendo de preguntas demasiado incisivas. A medida que la noche avanzaba, las heridas fueron tratadas con esmero, y la calma fue envolviendo el local mientras su nueva inquilina se dejaba llevar por el agotamiento.
Las horas pasaron, y cuando el primer brillo del alba comenzó a iluminar el cielo, la dueña del establecimiento, una mujer de carácter fuerte y mirada astuta, se acercó a la cama donde yacía la misteriosa mujer.
—¿Cómo te llamas? —preguntó con una voz que, aunque dura, llevaba consigo un atisbo de calidez y respeto.
La mujer, cuyas facciones aún eran extrañas incluso en ese momento de vulnerabilidad, parpadeó lentamente, sus ojos oscuros centelleando en la tenue luz matutina. Era el momento de revelarse, y aunque sabía que aún usaba un hechizo que transformaba su apariencia, sintió que ese instante era crucial.
—Me llamo... Wei Lan —respondió, eligiendo un nombre que traía consigo un eco del pasado, un nombre que podía ser dejado atrás en las sombras de la noche y que resonará cuando terminase su trabajo.
La dueña la miró fijamente, tratando de disimular su escepticismo, mientras Lan Zhan, protegido por el velo del engaño, guardaba en silencio su verdadera identidad, su historia y el plan que lo había llevado a este lugar.
Se había dejado herir a propósito por unos ladrones y utilizó su sangre para pintar talismanes en su piel. Un talismán en sus muñecas y allí florecieron moretones con forma de mano, otro conjunto de runas en su cuello y un chupetón apareció en la unión entre su cuello y hombro. Otro talismán creó huellas de manos que le marcaron las caderas y el toque final, un talismán final hizo que apareciera una imitación de la pre-semilla de un hombre entre sus muslos. Y una vez hecho eso, se desvistió desordenadamente, desatando algunas partes de su hanfu y dejando otras en su lugar.
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El dolor del jade y el loto rojo [Mo Dao Zu Shi]
FanfictionDefinitivamente nadie lo esperaba... Nadie esperaba que que Wei WuXian perdiese el control y fuera devorado vivo por los cadáveres que dirigía. Nadie esperaba que aparezca Lan WangJi yendo desesperado hacia los restos de Wei WuXian ignorando...