XXI.- Sí, somos hermanos

607 39 6
                                    

XXI.-
Sí, somos hermanos

Los pasillos estaban libres de personas, no había ni un alma, se escuchaban llantos y el olor a gencianas se hacía cada vez más fuerte a medida que se acercaba a las habitaciones familiares del clan Jiang.

Al estar frente a la puerta de la habitación en que se hospedaba su hermano en Yunmeng, el olor a genciana era demasiado fuerte, si fuera un alfa cualquiera, con bajo nivel de cultivación y sin lazos familiares y de sangre con su hermano probablemente no soportaría el olor.

Con un suspiro y liberando de su bolsa qiakum el bolso donde estaba lo que necesitaba para ayudar a su hermano a pasar el celo, abrió la puerta sintiendo como el olor se hacía aún más fuerte.

Cuando entró y cerró la puerta vio que su hermano estaba teniendo convulsiones y solo murmurando su nombre y el del difunto Nie MingJue. Sin pensarlo fue corriendo a su lado dejando caer su bolso y con cuidado lo recostó en el piso de madera, lo volteo suavemente hacia un lado para ayudarle a respirar.

Su hermano respira con dificultad, con inquietud, sus murmullos eran bajos, casi inaudibles, pero aún podían distinguirse en palabras:

— A-Zhan... Didi... Perdóname... No me dejes... Didi, por favor... Perdóname... No mueras... No vayas a tu muerte... No me dejes... A-Zhan... MingJue no lo dejes... No te vayas tú también...

Aguantando las lágrimas, observó rápidamente alrededor de la habitación, sintiendo alivio al saber que no había objetos duros o filosos que le hayan podido causar lesiones. Sacó una de las ropas del nido de su hermano y se la colocó bajo su cabeza. Observando y en alerta que no se hiciera daño a si mismo espero el tiempo que dure la convulsión hasta que esté totalmente despierto y alerta, mientras escuchaba las súplicas de su hermano.

El cabello largo y suelto de su hermano, estaba arrugado por el tiempo en que probablemente ha estado durmiendo en su nido, probablemente esta convulsión fue provocada por una fuerte pesadilla o simplemente por tensión mental. Su cinta de la frente se encuentra tirada en una esquina de la habitación, como si le hubiera asustado o le hubiera hecho algo. Sus ojos recorren su cuerpo cubierto por una simple bata interior, descubriendo lo demasiado delgado que estaba.

Odiaba esto, odiaba que siempre su hermano estuviera así de afectado en sus celos desde...

¿Era en parte su culpa, no?

Si no hubiera decidido desaparecer en el mundo del cultivo y hubiera estado con su hermano cuando murió el líder Nie, tal vez su hermano no estuviera así, tal vez no sufriría de depresión ni tendría tendencias de autocastigarse.

Pero no se puede volver en el tiempo ¿verdad?

Cuando notó que su hermano ya se había calmado después de su crisis convulsiva, rápidamente verificó sus signos vitales, incluyendo su respiración y pulso, a la vez evitó que se levantase y le habló tratando que le digiera si sentía algún malestar. Su hermano lentamente le respondió que se sentía cansado y confundido, sobándole suavemente la espalda le ayudó a levantarse y hacerlo ir a su nido. Debía descansar y recuperarse.

Una vez que su hermano se sentía mucho mejor fue rápidamente a recoger su bolso y volvió a su lado.

—Perdón... No quise preocuparte ni hacerte llorar...

Al escuchar sus palabras se dio cuenta que estaba llorando, se limpió rápidamente las lágrimas y negó con la cabeza.

—No debes de disculparte, no tienes la culpa. —le respondió.

—Tengo la culpa... Por eso es que me-

—No te atrevas a terminar esa frase. —le interrumpió— No mereces sufrir esto por lo que pasó. Puedes morir si tus convulsiones se complican y no hay nadie a tu lado.

El dolor del jade y el loto rojo [Mo Dao Zu Shi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora