El dolor del jade y el loto rojo [Mo Dao Zu Shi]

XVI. - Entre castigos, compromisos rotos y sentimientos

XVI.-
Entre castigos, compromisos rotos y sentimientos

—¿Qué tan importante es el voto de solo salvar vidas?

—Demasiado. Si no lo haces no puedes convertirte completamente en médico.

—Pero... ¿Si mato a alguien en defensa propia?

—Es defensa propia. Te estás defendiendo, de quién te agrede, de quién te está haciendo daño, en una pelea todo puede salir mal.

—¿Qué sucede si mato a alguien antes de hacer el voto?

—Nada. Porque todo comienza desde el momento que haces el voto. Una vez hecho no puedes romperlo. El voto es tu protección en tiempos de guerra, demuestras que no estás en ningún bando, tu única misión es salvar todas las vidas que puedas.

—Mi misión es salvar vidas y no arrancarlas.

—Así es. Quién mate un médico que ha hecho su voto y nunca lo ha roto es condenado a muerte inmediata.

—Entonces, si rompo el voto o no lo hago... ¿Me pueden matar sin importar qué?

—Sí. Si no haces el voto, te pueden acusar de los pecados de tu secta o de quienes sirves, aunque seas inocente.

Lan WangJi mira el cadáver del paciente que no pudieron salvar con impotencia. Era la primera vez que no pudo salvar a alguien, se sintió tan inútil, hicieron todo lo posible para que el paciente sobreviviera de esas horribles heridas. Sus manos estaban manchadas de sangre, la sangre del paciente había derramado mientras se desangraba y cerraban lo más pronto las grandes y mortales heridas de su cuerpo.

El paciente era una joven de 20 años, una linda muchacha hija de un comerciante, que desafortunadamente fue usada como moneda de cambio por su padre en su desesperación de no caer en banca rota. La chica era omega, por lo que el padre recibió mucho a cambio de ella. Después de todo, aún existían personas que veían a los omegas como objetos y no personas. La joven después de ser intercambiada fue usada de todo, de objeto de entretenimiento, de perversión, de mueble, de forma de pago y, por supuesto. de incubadora.

Había tenido una vida miserable desde que fue intercambiada por su padre. 

La joven fue traída por uno de las tantas personas que se la habían dado como pago. Un alfa alto y robusto con una cara que no decía nada bueno de él, exigiéndoles que la salven porque ella estaba embarazada y no podía morir hasta que le diera el niño. Por más que le desagradaron las palabras del hombre, se movieron rápido, haciendo todo lo posible para salvarla junto con el niño en camino.

No lo lograron.

Ella murió.

Y no, ella no se encontraba embarazada. Esa fue una vil mentira de parte de ese asqueroso alfa para que actuaran aún más rápido y no puedan preguntar el porque de su estado ni lo que ocurrió con ella. Cuando su maestra le dio la noticia al alfa, este soltó en furia, queriendo agredirlos por ser "una doctores inútiles" y no lograr salvar a la omega que le dieron como pago y que usaría para la entretenimiento de sus clientes.

Él sintió tanto asco por sus palabras y miedo ante el gran y robusto alfa que no pudo moverse a defender a su maestra, pero para la suerte de ambos, el centinela Li que ese día había llegado a casa temprano junto a Xiao He, lo detuvieron y redujeron antes que pudieran tocarlos, llevándolo lejos de ambos y seguramente  ante el juez del pueblo.