—Lamento haber llegado tarde —susurró Liam metiendo las manos en los bolsillos de su gabardina sintiendo un poco de frío.
Esa mañana había sido el entierro de Zayn y a decir verdad Liam no tenía las fuerzas suficientes como para asistir a un lugar en donde estaría rodeado de personas que estaban ahí por obligación, al menos la mayoría. Por lo que prefirió quedarse en casa, durmiendo después de haber tomado píldoras para el insomnio, la cantidad suficiente como para evitar una sobredosis.
Así que aquí estaba, parado frente a la lápida de Zayn.
Tuvo que leer una y otra vez el epitafio escrito peri el nombre seguía siendo el mismo.
—Todo parece tan irreal —continuó hablando el castaño, casi en un susurro—. Aún siento que ésto es una pesadilla y que pronto despertaré —tratando de que su voz no se quiebre pero fallando—. Por favor, dime qué nada de ésto es verdad, que no es real.
Respirando hondo cerró los ojos sintiendo algunas lágrimas desbordarse de sus ojos y cayendo por sus mejillas.
No quería llorar, no aquí al menos, pero era algo inevitable.
—No sabes cuánto voy a extrañarte —añadió secándose las lágrimas con las manos—. Te amo y siempre lo haré.
(...)
Sentía mucha ira, tanta que ni siquiera pudo controlarse y simplemente actuó por impulso pero no sentía ni un poco de arrepentimiento. Y no importaba el dolor que estaba sintiendo en sus nudillos.
—¿Por qué tenías que golpearme en la cara? —preguntó Louis mientras sostenía una bolsa de hielo sobre su ojo izquierdo.
—Porque te lo merecías, imbécil —respondió Zayn.
Cruzándose de brazos, Zayn miró alrededor del lugar dándose cuenta que era un almacén de productos industriales.
Hace menos de diez minutos habían llegado al lugar porque tenían que encontrarse con alguien, y a Zayn no podía importarle menos ya que lo único que perturbaba sus pensamientos era el hecho de no saber cómo estaba Liam.
Su Liam.
Después del suceso en la fábrica, y de su reencuentro con Louis, Zayn no podía dejar de pensar en su novio, y de no haber sido por Louis habría ido a buscar a Liam ese mismo día.
Además de que lo mantuvieron encerrado en una habitación, así que en cuanto tuvo la oportunidad se desquitó con Louis, por lo cuál Zayn tuvo la obligación de conducir hasta aquí ya que por obvias razones Louis no podía.
—Lo sé, pero creí que había quedado todo claro —manifestó Louis sentándose sobre una caja—. Te lo expliqué todo claramente.
—Si, pero eso no quita el hecho de que me engañaste. Maldición, estuve en tu entierro.
—Oh ¿Acaso fue una linda ceremonia? ¿Dijeron buenas cosas sobre mí?—preguntó Louis con una leve sonrisa—. ¿Quienes asistieron?
—No lo sé, solo recuerdo estar ahí pero al mismo tiempo no, Johnson dijo algunas palabras, después fui al primer bar que encontré y... Y me emborraché —narró el azabache desviando la mirada.
—¿En serio? Que dramático —dijo Louis—. Entonces... ¿Me extrañaste?
—Idiota —bufó Zayn.
—Si ya terminaron de coquetear, ¿Podemos comenzar con la reunión? —interrumpió alguien apareciendo por entre los enormes estantes metálicos.
—¿Nick? ¿Dónde está Niall? —preguntó Louis poniéndose de pie con el ceño fruncido.
—No pudo venir —respondió Nick encogiéndose de hombros sin cambiar su expresión seria—. ¿Es él? —interrogó refiriéndose a Zayn.
El azabache miró al hombre dándose cuenta que Nick no era mayor que él, tal vez tendría alrededor de los 24 años. Aunque quizás la ropa que traía lo hacía parecer más joven, ya que parecía un universitario con su hoddie negro y unos jeans del mismo color acompañado con unas vans y una gorra.
