Liam no podía entender nada de lo que estaba pasando, y es que por más que lo pensaba todo estaba echo un caos en su mente.
Toda la noche, o más bien dicho madrugada, había leído una y otra vez las fichas policiales que había impreso de la computadora de Johnson, y la única conexión que tenían entre sí era que la mayoría eran narcomenudistas de bajo rango, que podrían o no estar relacionados con Rykov ya que notó que la mayoría había sido arrestado cerca del área.
También había tratado de investigar sobre las píldoras pero no había encontrado nada.
—Oficial Payne, su café.
—Disculpa.
Saliendo de sus pensamientos, Liam agarró su vaso de polipapel dándole un gran sorbo al café.
Bendita cafeína.
Era lo primero que tomaba en toda la mañana. Ya que nada más llegar a comisaría salió a patrullar junto a Karl, quién parecía estar como si no hubiese tomado ni una gota de alcohol la noche anterior.
—¿Debí comprar alguna bebida energética? —preguntó Karl tomando de su café también— O una hamburguesa.
—Tal vez después —respondió Liam comenzando a conducir fuera del estacionamiento de la cafetería.
—Sabe oficial, anoche fue muy divertido, deberíamos repetirlo otro día —comentó Karl—. Por cierto, anoche, cuando volví del baño usted no estaba en la mesa ¿A dónde fue?
—Uh... Me pareció ver a alguien conocido así que fui a saludarlo —repuso Liam sin dejar de mirar al frente—. ¿Que hay de ti? ¿Conociste a alguien? —cuestionó tratando de desviar el tema.
—De hecho si —afirmó fijando su mirada en el tablero del coche—. El chico era guapo pero muy grosero. O supongo que simplemente no le gusté.
—Si, supongo que no todos tienen buenos gustos —dijo deteniendo el coche en un semáforo que estaba en luz roja.
Soltando una risita.
—Bueno, de todas formas no es la primera vez que me rechazan —dijo mirando por afuera de la ventanilla—. ¿Ese no es el superintendente? —preguntó sin quitar su mirada de la ventanilla—. Creí que tenía una urgencia familiar fuera de la ciudad.
Liam también vió en la dirección que señalaba Karl.
—Si, yo también lo creía —susurró dando vuelta la esquina para poder estacionar el coche patrulla.
Era extraño que Johnson haya mentido con algo así y aún más extraño que esté precisamente cerca de una zona como ésta.
Por el retrovisor, vió que Johnson se metió en un callejón un par cuadras atrás.
—¿Oficial...?
—Quedate aquí —dijo Liam poniéndose una gorra negra y bajando del coche.
—¿Qué...? —bajandose del coche también Karl fue detrás del castaño—. ¿Oficial Payne? —preguntó en voz baja poniendo el taser en su mano derecha.
—Te dije que te quedaras en el patrulla —susurró Liam quien comenzó a caminar en dirección al callejón con Karl detrás de él.
Mientras más se acercaba comenzó a ir más lento poniendo una mano en su arma tratando de no parecer sospechoso a pesar de que casi no había personas alrededor.
Asomándose, vió que Johnson estaba hablando con un par de personas, aunque más bien parecía una discusión, pero no estaban lo suficientemente cerca como para escuchar algo.
Sacando su celular, tomó algunas fotos después de hacer zoom.
(...)
—¿Cuánto más tenemos que esperar? —preguntó Zayn.
