Que resuene en las calles, que murmuren de boca en boca. Que en el infierno y cielo se escuche.
El Boss de la Mafia Rusa tiene una debilidad con nombre y apellido: Mónica Méndes Herrera.
¿Quién diría que el diablo se enamoraría de un Ángel?. Uno a q...
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—¿Terminar lo que empezamos?—Repito sus palabras
—Si, ¿te parece bien si vamos arriba?
—¿Arriba?
—¿Repetirás todo lo que digo?
Callo y parpadeo varias veces.
—¿Y los invitados?—Intento buscar una excusa para no quedar a solas con el
—Al diablo con ellos
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Los invitados aún seguían en el salón mientras Alexey y yo estábamos en la habitación. Apenas llegamos empezó a desvestirse. Comenzó quitándose los anillos, luego el saco y la corbata, continuó con los botones de la camisa y mientras lo hacía volteó a verme.
—¿Dormirás con ese vestido?
Ambos nos miramos fijamente hasta que entendió mi incomodidad. Se dio la vuelta quitando su mirada de mi y solo entonces pude comenzar a quitarme el vestido, su suave tela se deslizó por mi cuerpo hasta caer al suelo, un ajustado sostén y unas bragas eran lo único que me cubrían.
Las ásperas y frías manos de Alexey me erizaron el cuerpo al sentirlo detrás mío.
—Está creciendo
Dijo acariciando mi vientre, lo que me provocó una extraña sensación. Sus manos bajaron, más de lo que debían, la cercanía entre ambos es demasiada ya que puedo sentir el olor a menta cuando me susurró al oído.
—He extrañado el calor de tu cuerpo, Mónica
Besó mi cuello mientras sus caricias aún seguían.
—No podemos
—Pero quieres
—No me provoques—Le advertí
—¿Por qué?—Me provocó deslizando sus manos por mi vientre—Tienes miedo ¿no? Sabes que lo quieres, solo tienes que decirlo
