Que resuene en las calles, que murmuren de boca en boca. Que en el infierno y cielo se escuche.
El Boss de la Mafia Rusa tiene una debilidad con nombre y apellido: Mónica Méndes Herrera.
¿Quién diría que el diablo se enamoraría de un Ángel?. Uno a q...
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• ~ Mónica ~ •
Atada de pies y manos en un rincón sombrío y lúgubre, me encuentro castigada, aterrada y temblorosa.
El causante de mi desdicha, cansado ya de mis lágrimas, me apunta con su arma, y mi corazón palpita con terror en mi pecho.
¿Cómo ha llegado una mujer común, con una vida tranquila y sin complicaciones, a encontrarse en esta situación?
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Un día atrás
—¡Buenos días, señor Antonio! —Saludé al entrar en el aula de Diseño.
—Buenos días, Mónica, y feliz cumpleaños —respondió con una sonrisa.
—Pensé que lo había olvidado —dije, fingiendo decepción.
—Jamás —dijo, entregándome una caja envuelta en un lazo rojo—. Tu regalo.
—No tenía por qué molestarse —respondí, aceptando el regalo con curiosidad.
Antes de abandonar el aula, abracé a mi maestro y me dirigí a casa. Hoy, en mi vigésimo cuarto cumpleaños, solo él se había molestado en recordarlo. No culpo a los demás; raramente hablo de mí misma y prefiero escuchar antes que hablar. Aunque no soy fan de las celebraciones, admito que esperaba un pequeño gesto de varios conocidos. A veces disfruto de la soledad, pero otras veces...
Al llegar a casa, desempaqueté mi regalo con entusiasmo. Dentro había un elegante vestido rojo, acompañado de una nota que decía: "Diviértete, hoy es tu día".
Sonreí ante el gesto; Antonio siempre había sido como un padre para mí. Lamentablemente, no tendría oportunidad de lucirlo pronto. Las vacaciones habían comenzado y planeaba visitar la vieja casa de mis padres en Tijuana.
