Capítulo 34

5.8K 268 15
                                    

Natasha

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Natasha



—¿Preocupada?

La voz de Alessandro resonó en mi cabeza.

—Si

—¿Tienes algún plan? ¿O quieres llegar al estilo Bruce Lee entrando a putazos a todos?

—Maik me ayudó con la investigación, tenemos una idea de donde podrían estar, cuando lo confirmemos ahí entrarás tú, un fiel comprador dispuesto a gastar millones con tal de complacerlo

—Aún no hablamos cómo me pagarás esto

Supe sus intenciones desde que sentí su mano desplazase por mi muslo hasta mi entre pierna.

—¿En serio? ¿En el avión?

—¿Quieres hacer paracaidismo? No soy fan del sexo al aire libre pero puedo consentir tus morbos

—Ja, ja, ja pero que chistoso

Se dio la tarea de bajar mis bragas, sentí una ligera brisa fresca que removió mi cuerpo. Eché mi asiento hacia atrás, me acomodé y subí mis piernas en los reposabrazos.

Sentí sus labios besar mi entrepierna hasta llegar a mi intimidad, su lengua se sentía fría al igual que sus manos aferradas a mis piernas.
Se sentía increíble, pero el solo hecho de saber que Maik estaba a unos cuantos asientos de nosotros no me permitía disfrutarlo del todo.

—Estás tensa

—Maik puede escucharnos, o vernos

—¿Y?—Respondió lo más seco que pudo—¿No te gustaría que tu amigo nos escuche o nos vea?

Introdujo tres dedos de golpe y en reacción tapé mi boca ahogando un gemido, mi espalda se arqueó y aprovechó para introducir otro dedo.

Se movían dentro de mi sin detenerse, incliné mi cabeza a un lado y miré por el estrecho pasillo del avión, no había nadie por lo cual me rendí. Quité la mano de mi boca y dejé que los gemidos salieran.
Dejé que sus dedos me acaricien, pero no sólo sus dedos.

Sus labios también, inició en mi cuello y subió hasta mis labios, besaba rápido y con una ganas que se notaban, en medio del beso abrí los ojos y lo vi.

Y carajo que dolió, ver su expresión dolió.
Maik me había visto a lo lejos.

—Detente—Lo frené apartando su cuerpo del mío—No quiero

Me levanté del asiento y caminé hacia el baño, lavé mi rostro y recogí mi cabello pensando en aquella escena.

—Diablos, diablos, diablos, ¿Por qué a mi?

Mafia Rusa {editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora