Que resuene en las calles, que murmuren de boca en boca. Que en el infierno y cielo se escuche.
El Boss de la Mafia Rusa tiene una debilidad con nombre y apellido: Mónica Méndes Herrera.
¿Quién diría que el diablo se enamoraría de un Ángel?. Uno a q...
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Alexey
Iván mueve su pie con impacienciaante la mirada frívola del italiano. Odia ser observado como una rata. Como alguien inferior.
—¿Que tiene para ofrecernos señor, Alessandro Cassano?
—Tengo muchas cosas para ofrecer pero, ¿Qué tienen ustedes para ofrecerme?
Iván desabrochó los primeros botones de su camisa. Se agobia muy fácilmente ese es uno de sus tantos defectos. Tales que me estorban
—Muestre que esta reunión no fue una pérdida de tiempo señor, Cassano—Hable al ver que si lo hacía Iván esta reunión terminaría en una masacre entre mafias
El italiano hizo una seña a sus hombres, estos se encargaron mostrar toda clase de utilería pesada. Armas y granadas utilizadas en el ejército entre otras cosas.
—¿Que es lo que quiere el italiano a cambio de todo esto?
—Dinero, contratos, gente. Y una mujer
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Mónica
El agua fría ya no tiene el mismo efecto en mi, me siento igual de cansada y adolorida. Ya no puedo escapar de mi sufrimiento al sumergirme bajo el agua, ahora es solo agua resbalando por mi cuerpo.
Salí de la tina al ver los dedos de mi mano arrugados como pasas. Había estado mucho tiempo bajo el agua.
Envolví mi cuerpo en una toalla y regresé a mi cuarto, me vestí con una bata blanca y me dejé caer en la cama, llego un momento en el que imaginaba la sábana apretando mi cuello. Más dos mes y mi mente se ha vuelto mi peor enemiga.
Pasó un largo rato cuando un toque a la puerta me espantó. Me quedé callada para volver a escuchar el mismo ruido y luego una hoja ser deslizada por debajo de la puerta.
