Lemon tree (Seongjoong)

52.

Jongho despertó bien entrada la mañana, probablemente serian alrededor de las once y media, todo su cuerpo estaba lo suficientemente aguado como para siquiera moverse y le invadió un horrible dolor de cabeza, suponía que sería la reciente resaca, no sabía cuánto había bebido la noche anterior si contaba la cena y también el alcohol que bebió junto a Yeosang después, pero si se algo estaba seguro era de aquellos besos que le había dado al chico, intentó sonreír sin embargo su dolor de existencia le impedía aquello. Nisiquiera pudo darse cuenta que no estaba en su casa si no es porque al voltarse lo primero que vio fue el cuerpo del rubio con el que se había besado la noche anterior. En efecto Kang Yeosang no tenía camisa puesta. Fue entonces cuando se asustó terriblemente. ¿Había pasado algo entre ambos la noche anterior a parte de los besos?

Cómo sea Jongho no le importo demasiado aquello y se aferró al cuerpo de Yeosang queriendo dormir otro poco más. Intentando dormir sintió el aroma que Yeosang desprendía naturalmente de su cuerpo. "¿No hay una manera de ser más perfecto?" Pensaba Jongho sintiendo aquel olor, podría ser que fuese su loción o bien su olor natural pero Yeosang olía realmente bien, su blanca piel desprendía un aroma que fácilmente podría decir Jongho que era a rosas. "¿Probablemente el jabón que suele utilizar?" Pensando en todo aquello ya tenía sus labios puestos en el desnudo hombro del mayor, dando pequeños besos y respirando profunda y pesadamente, sintiendo como se relajaba poco a poco y la sensación extremadamente cómoda de tener a Yeosang de esa manera.

Fue luego de un par de besos que Yeosang se volteó hacia el, usando el pecho de Jongho cómo almohada. El menor sintió ahora el olor a shampoo tan diferente al olor anterior, Yeosang usaba un shampoo matizador con aroma frutal, exquisito y adictivo, probablemente después le pediría el nombre, pero por el momento Jongho ya estaba completamente loco por Yeosang. El pelinegro procedió a enredar sus dedos en las hebras amarillas y observar con cariño el rostro relajado y angelical del chico, inconscientemente esbozó una sonrisa, hubieron sentimientos encontrados en su interior, veía el rostro de Yeosang durmiendo tan plácidamente en su pecho, tan etéreo, hermoso, e irreal rostro relajado. ¿Cómo era posible que un hombre tan perfecto siquiera existiese? O era una señal de algún dios o algo parecido o Yeosang realmente había aparecido de la pura nada para sacarlo de la miseria que constantemente vivía desde hacía 2 años de su debut... Aunque por otra parte su subconsciente se negaba a olvidar de una vez por todas a Yunho.

Cómo fuera la situación le era imposible de todas las maneras el siquiera tener cabeza para pensar en Yunho, el dolor empezaba a matarlo y la luz a molestarle la vista, fue entonces cuando se removió un poco para no recibir la luz en la cara.

–Buenos días Jongho... ¿Estás despierto?– Habló Yeosang con una voz terriblemente grave y provocadora.

–No hables muy fuerte...– Susurró casi inaudible.

–Oh, lo siento, ¿Te sientes mal? ¿Necesitas que te dé algo para el dolor?– Pregunto preocupado, gesto que le pareció jodidamente tierno pues citando una frase viral "Nadie se había preocupado tanto por Jongho."

–Gracias, con pastillas para la migraña estaré bien.–

–Bien, le preguntaré a Seonghwa si tiene...– Preocupado intentó levantarse hacía conseguir la medicina sin embargo Jongho le detuvo, abrazándole por la cintura.

–No vayas aún, podemos dormir otro poco.– Susurró en su cuello con pereza. –Por cierto... ¿Hay algo que hayamos hecho anoche que deba recordar?– Yeosang creyó que se trataba de los besos, debía admitir que se había indignado un poco luego de que Jongho le prometiera que no olvidaría aquellos besos.

–Uh... Imagino que después de todo si lo olvidaste.– Procedió a cerrar sus ojos.

–No creas que falle a nuestra promesa, aún recuerdo el sabor dulce de tus labios.– Susurró sin abrir los ojos para la fortuna de Yeosang pues no pasó mucho tiempo y el estaba completamente rojo. –Me refiero a que no recuerdo que pasó después de eso.–