𝐂𝐀𝐋𝐄𝐈𝐃𝐎𝐒𝐂𝐎𝐏𝐈𝐎 | ElMariana | CANCELADA

VIII

Prácticamente había tenido un ataque de flashbacks y ahora recordaba todo con claridad.

Había empezado a tomar mientras hablaba con Pol, minutos después el alcohol ya había hecho de las suyas y me encontraba bailando en la pista.

Habían puesto aquella canción, la sorpresa fue cuando a mi karaoke improvisado se sumó Mariana, quien me menciono que también amaba la película. No sé de dónde Juan consiguió un micrófono de juguete, pero así fue como aquel termino entre nuestras manos entrelazadas, añadiéndole más realismo a nuestro juego.

Habremos cantado unas cuantas canciones más, antes de que me dijera algo como "Hay mucho ruido aquí, ¿No quieres ir a hablar afuera?"

Así fue como Juan nos grabó saliendo de la discoteca tomados de la mano, y por su estado de borrachera subió los vídeos sin preocuparse por las consecuencias.

Habremos caminado por las calles como dos locos hasta que alguno de los autos que nos esperaban fuera para llevarnos al hotel nos recogió. Así fue como terminamos en la habitación del hotel, hablando sobre temas sin sentido.

Habra pasado una hora y media o tal vez dos riéndonos de todo lo que decíamos gracias al alcohol, antes de que yo me quedara dormida en la cama y Mariana en el suelo.

Pobre de su espalda.

—Con que eso fue lo que pasó. —Dijo él una vez que termine de narrar. —Ahora entiendo de dónde vienen los recuerdos de la canción y de reírme hasta que me doliera el estómago.

No pensé mucho antes de publicar el vídeo del karaoke improvisado a mis historias, con un pequeño mensaje que citaba "Me ha encantado conocerte", para después mencionarlo.
Tan solo necesité que él me diera la aprobación, y así lo hizo, de hecho, él también lo publicó.

Seguimos hablando hasta que Juan llamo a mi celular, diciéndome que debía ir a la habitación a arreglar las cosas para el vuelo.

Regresariamos a Monterrey esa noche.

Me despedí de Osvaldo luego de prometerle que seguiríamos en contacto, y me aleje del lobby para subir al piso en el que se encontraba mi habitación.

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—¿Ya tienes todo?

—Creo que si.

Ya eran como las ocho o nueve de la noche. Luego de mi charla con Mariana estuve lo que resto de la mañana organizando mi maleta, para después almorzar con todos los amigos de Juan.

La mayoría de ellos, con los que alcance a convivir y charlar, me comenzaron a seguir, cosa que me hizo feliz.

Ahora conocía a más personas aparte de Maru y Ángel.

—Bien, entonces andando. —Tomo de su maleta y yo igual, y juntos salimos de la habitación de hotel.

En el lobby habían varios streamers que cambien estaban por irse a sus vuelos, busque con la mirada a Mariana. Me había dicho que viajaría hasta el día siguiente, pero que estaría en el lobby para despedirse de Juan y de mi.

Lo encontré gracias a su gran estatura, él se acercó con una sonrisa y saludo a Juan con un abrazo. Hablaron un rato y luego se despidieron, Juan se fue a despedirse de sus amigos españoles, así que yo me acerque al chico.

—Fue un gusto conocerte aunque al principio no tenía idea de quién eras.

—Tambien me encantó cantar una de mis canciones favoritas contigo, Lyss. —Sonreí por como me había llamado, muy pocas personas utilizaban ese apodo y no era muy frecuente.