XIV

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Advertencia antes de leer: En este capítulo se tratarán temas sensibles como el abuso, palabras vulgares o fuertes, ataques de ira y de pánico, entre otros. Recuerda que son temas reales, por lo que debemos tratar estos con respeto. Si tienes comentarios fuera de base mejor guardalos para ti.<3

"I was bleeding and no one saved me... except you<3"

Parte 3/3

El apartamento en el que viviría los peores diez minutos de mi vida y aún no lo sabía, se abrió paso ante mis ojos a unos cuantos metros de mi. Ángel vivía en un segundo piso, por lo que golpee suavemente la puerta de su apartamento esperando a que abriera. Sabía que no tenía clases y tampoco trabajo. Solo necesitaba desahogarme con alguien, y ese alguien, según yo, era mi novio.

Sentía mi nariz caliente por el llanto y mis manos temblaban. Había logrado regular mi respiración y al parecer ya todo en mi comenzaba a calmarme. Encontraría algún otro trabajo y seguiría como siempre.

No había nada de que preocuparse.

—Oh, hola, Aly. ¿Te encuentras bien? —Asentí sutilmente con la cabeza, levantando la mirada y sorbiendo mi nariz un poco. —Uh, está bien. Pasa, estaba haciendo algo de comer. ¿Quieres?

—Claro. —Entre al apartamento sintiendo el frío removerse de mi cuerpo gracias al calentador de la casa. Olía a algo peculiar, sin embargo, no descifraba que era. Tal vez un algún tipo de licuado proteico. —Oye, Ángel. Quiero contarte algo.

—Mhm, dime. Te escucho. —Él salió de la cocina luego de apagar el fuego de la estufa. Se acercó a la sala, mientras que yo aún me encontraba en la mesa comedor.

—Me despidieron del trabajo. —Solte como una bomba, y de inmediato sentí nuevamente un nudo en la garganta. —Me estoy asfixiando literalmente en todo esto. No sé cuánto tiempo más voy a resistir todo yo sola. —Me limpie una lágrima que rodaba por mi mejilla y me di media vuelta recargandome contra la mesa. Odio llorar frente a otras personas, por lo que me repetía una y otra vez en la mente que nada había ocurrido y todo estaba bien.

Trataba de autoconvencerme de algo que claramente no era verdad.

—Hey, tranquila. —Escuche a mis espaldas y luego unos pasos acercarse a mi. Segundos después sus manos se posicionaron sobre mis hombros y comenzaron a ejercer presión. —Estas un poco tensa, ¿Quieres un masaje? —Susurro tan cerca de mi oido que logré sentir su aliento contra mi cuello. Limpie otra lágrima mientras fruncia el ceño por la extraña sensación que en mi vientre comenzaba a crecer.

Recordé aquel mal presentimiento de algunos días y que por alguna razón seguía presente en mi.

¿Que demonios estaba ocurriendo conmigo?

De repente sentí los labios de Ángel impactarse contra mi cuello, besando sin descaro alguno está zona.

—Ángel, ¿Que haces?

—Trato de tranquilizarte. Relaja los músculos. ¿No crees que nuestra relación se ha estado deteriorando últimamente? Esto podría ser un modo de arreglar todo.

Sus besos comenzaron a subir de mi cuello a detrás de mi oreja. Me sentía tan mal y él ni siquiera había hecho el intento por escucharme. Su tacto solo comenzó a ponerme intranquila. Una incomodidad subió por mi cuerpo cuando sentí su mano bajar de mi hombro hasta mi camisa, tocando sin descaro mi pecho.

𝐂𝐀𝐋𝐄𝐈𝐃𝐎𝐒𝐂𝐎𝐏𝐈𝐎 | ElMariana | CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora