𝐂𝐀𝐋𝐄𝐈𝐃𝐎𝐒𝐂𝐎𝐏𝐈𝐎 | ElMariana | CANCELADA

XIII

Advertencia antes de leer: En este capítulo se tratarán temas sensibles como el abuso, palabras vulgares o fuertes, ataques de ira y de pánico, entre otros. Recuerda que son temas reales, por lo que debemos tratar estos con respeto. Si tienes comentarios fuera de base mejor guardalos para ti.<3

"I was bleeding and no one saved me... except you<3"

Parte 2/3

La fragilidad de la confianza solo puede ser comparada con la naturaleza con la que nace. Aquella fina tela que recubría las relaciones, aquel sobreestructurado concepto que no se daba o se quitaba a voluntad propia, no era algo que pudieras elegir. Tan solo pende de un hilo tan delgado como una hebra de cabello, que se ve amenazado a quebrarse ante el menor tropiezo o problema que haya en el camino. Para mí siempre fue algo importante y había aprendido a priorizar la honestidad luego de ver cómo incluso la más mínima mentira podía volver añicos la relación entre dos personas. Me había prometido a mi misma nunca defraudar la confianza de nadie luego de que alguien a quien le entregué el corazón me lo devolviera en pedazos tan pequeños que me tardo un buen tiempo en armarlo devuelta.
Tampoco era un secreto que había sido testiga del como una pequeña e inofensiva mentira casi destruye la relación de mis padres. Y aunque Juan siempre había tratado de distraerme de la realidad contándome historias sobre barcos fantasma y piratas en busca de sirenas, leyendome algún libro o encendiendo la televisión, siempre llegábamos al mismo punto. Pues al fin y al cabo, los muros de nuestra casa eran delgados y las voces demasiado fuertes. Incluso años después de que todo se calmara, me había percatado que aquel hilo delgado del que pendia la confianza entre mis padres jamás volvió a ser el mismo, pues cuando cortas una cuerda y la vuelves a unir te resulta imposible evitar que el nudo que las une no se vea.
Es por eso que me había prometido honrar la confianza que podía llegar a florecer entre cualquier persona, y yo.

Aquel cinco de abril me di cuenta de lo mal que le hace al corazón entregar la confianza por completo en alguien ajeno.

Y el primer golpe originario de mi novio me lo confirmó.

—¡Ángel! ¡Basta! ¡¿Qué crees que haces?! —Intente alejar a mi novio del pobre chico que, probablemente, ni siquiera entendía el porque había sido golpeado.

El problema es que había olvidado que Ángel era muchísimo más fuerte que yo, y cuando trate de alejarlo tomándolo del brazo me acertó un buen codazo justo en mi nariz. El líquido espeso y caliente no tardó en salir por mi fosa nasal derecha, mientras que retrocedía uno o dos pasos para evitar otro golpe. Ángel ni siquiera se inmuto de mi nariz golpeada, y simplemente siguió atacando al pobre muchacho.

Ignorando el dolor que se efectuaba en mi nariz limpie ésta con el dorso de mi mano y trate de evitar que siguiera sangrando, tapado mi nariz con las manos.

—¡Ángel, detente! ¡Él no te ha hecho nada! —Escuche el grito de Maru, que ahora parecía alarmada por su fiesta y el bienestar del chico.

—¡Coquetaba con mi novia!

—¡Tan solo estábamos bailando, imbécil!¡Ya, suéltalo! No puedo creer que tus celos hayan llegado hasta este punto. Eres un inmaduro.

Finalmente su semblante se relajo y sus músculos dejaron de estar tan tensionados. Podían ser las doce de la mañana y que el alcohol ya hubiera subido a su cabeza, pero nada justificaba sus problemas de celos.
Y más cuando no había nada de lo que estar celoso.

El pobre chico que aún estaba tendido en el suelo se levantó con rapidez de suelo y se acercó a Maru, quien lo hizo para atrás en un intento de protección. No era para menos, conocía a ese chico.