XVI

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Caleidoscopio; Instrumento óptico conformado por siete espejos en su interior, capaz de convertir la luz en distintos colores que cambian gracias a los reflejos.

Mayormente asociado a una persona capaz de dar un giro de 180° a tu vida, llenando está de reflejos y de colores.


—¡No! ¡Mariana, no te atrev- —Tarde. Mire a la cámara de mi celular desconcertada tras ver cómo el personaje del juego había asesinado al mío.

—Creo que tu suerte de principiante se acabó men. —Dijo con su voz de roleador mientras celebraba su victoria.

—Ni siquiera debería valer. No estaba atenta al juego, además no soy buena en el PVP. —Justifique, tomando de nuevo el mouse de mi laptop para salir de la kill cam.

—Ni modo, acepta tu derrota y admite que tengo el pene más grand-

—¡Hey! ¡Ya hablamos de las barbaridades!

—Barbaridad o no, sabes que es verdad wey.

—No sé si es verdad y tampoco quiero saberlo, gracias. —Sonrei inocente a la cámara, dándome cuenta que Mariana había decidido iniciar una partida de Battle Royale en el juego que estábamos jugando desde hace horas. Este se dedicaba a buscar jugadores para comenzar la partida.

—Admitelo.

—No.

—Admitelo.

—Admito que Mariana tiene el pene más deforme del mundo.

—Hacia la derecha, si.

Escupí el agua que me encontraba bebiendo y está se esparció por todo el suelo cuando escuché lo que había respondido. No esperaba una respuesta de ese estilo, así que las carcajadas comenzaron a atacarme, viéndome obligada a soltar toda el agua de mi boca.

El agua me comenzó a provocar ahogo puesto a que me había atorado con esta. La tos comenzó a ser cada vez más, mezclada con mis carcajadas y un fuerte dolor en el estómago.

—Hey, Lyss, culera. Ni siquiera estaba bueno el chiste men, no te mueras que luego voy a la cárcel y no puedo ser guapo en la cárcel. —Finalmente regule mi respiración y me di la oportunidad de tomar aire de nuevo. —Aunque tal vez si, podría tatuarme así como los tipos rudos. Algo como "Blessed" en mi brazo estaría chingón, ¿No?

—Eres una básica Mariana, ya mejor tatuate un infinito en la muñeca y un mostacho en el dedo índice.

—Tú cállate, no le sabes al estilo de verdad.

Volví a reír ignorando por completo el dolor que se acentuaba en mi abdomen. Para mí ya no era nada raro quedarme sin aire por la risa cada vez que jugaba o simplemente conversaba con aquel mexicano.

La partida al fin comenzó, y yo me acomode mejor en la silla de mi escritorio, aún sabiendo que sería de las primeras en morir y Mariana me diría mil y un insultos por dejarlo solo.

El caso estaba en que, habían pasado dos semanas desde que la palabra "Soltera" se había ubicado en mi frente como un letrero de madera.

Iba a la universidad y solo lo hacía para las clases, y casi siempre permanecía en mi casa. Había descubierto lo bueno que le hace al cuerpo y a uno mismo tener tiempo para ti. Pero tampoco era como si me hubiera vuelto una completa vaga.

Claramente que no.

En esas dos semanas había estado buscando trabajo por toda la ciudad, y aunque habían algunos en los que cumplía con los requisitos, cómo volver a ser mesera en otra cafetería, no sentía que allí fuera donde debía estar.

𝐂𝐀𝐋𝐄𝐈𝐃𝐎𝐒𝐂𝐎𝐏𝐈𝐎 | ElMariana | CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora