XXV

2.9K 313 105
                                    

"My name is Emma."

Alyssa;

—Te queda mejor el azul.

—¡Claro que no! El rojo es su color.

—Mejor el verde.

Rodé los ojos con una sonrisa, antes de tomar las tres prendas en mis manos.

—Entonces me llevaré los tres para que no peleen. Son unas agresivas.

Les sonreí a las tres chicas, tomando las tres prendas por las que discutían. Termine pagando todo, pues en ese justo momento nos encontrábamos en una de las muchas tiendas de ropa del centro comercial. Claramente por insistencia de Ama y Ari.

Salimos juntas del almacén, riéndonos de cualquier tontería. Llevábamos unas tres horas juntas.

—Deberiamos salir. —Objeto Ama.

—La verdad, si. Conozco a Aly desde hace varios años y nunca hemos ido de peda con ella. —Ari me miró con una ceja alzada. Tenía razón, nunca había salido de fiesta en todos los años que llevaba siendo mi cuñada.

—No soy mucho de fiestas. La última a la que fui fue hace más de tres meses.

Las tres chicas me miraron algo raro, pues ellas salían a antros bastante seguido con los chicos. Usualmente solía negarme cuando me invitaban.

—Andale, Aly. No es bueno que nunca salgas de casa. —Ama hizo un pequeño puchero, intentando convencerme.

—Oh, salgo de mi casa. Osvaldo y yo solemos ir a la caf-

—No hablo de tus citas con tu enamorado.

—Uno, no es mi enamorado. Dos, no me gustan los antros. —Sonrei con algo de burla. Les costaría convencerme, no lo lograrían intentando molestarme con Osvaldo.

—¿Cómo sabes que no te gustan si nunca has ido a uno? —Hablo Sam por primera vez desde que salimos de la tienda.

—Fui a varias discotecas en Bogotá.

—Pero no estabamos nosotras. —Ari sonrió en mi dirección, acercándose a mi mientras movia los hombros. —¡Vamos, Aly! Prometo que si te sientes incómoda nos iremos a casa enseguida. Además, podemos aprovechar que es sábado.

Mire a las tres, quienes hacían un pequeño puchero.

—No lo sé...

—Si te anima más, invitaremos a Osvaldo también.

Okey, me tienen.

—Bien. —Rode los ojos, sintiendo como las tres se abalanzaban a mi, emocionadas porque hubiera aceptado. —Son unas manipuladoras.

—O tú estás tan enamorada de Osvaldo que nada más escuchar su nombre te convences de cualquier cosa.

—Vuelve a decir que me gusta y me negare a ir. —Amenace hacia mi cuñada, sabiendo que era la tercera vez en el día en el que decía algo como eso.

—¿Osvaldo? ¿Quién es Osvaldo?

Las cuatro carcajeamos, saliendo finalmente del centro comercial. Debían ser más o menos las dos de la tarde.

Definitivamente, ellas eran las amigas que una Alyssa de quince habría deseado tener.

[•••]

Eran las ocho de la noche. Y estaba en casa de mi hermano. Habíamos decidido reunirnos las cuatro para arreglarnos juntas. Cosas que nunca había hecho antes, y aún así me fascinaba.

𝐂𝐀𝐋𝐄𝐈𝐃𝐎𝐒𝐂𝐎𝐏𝐈𝐎 | ElMariana | CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora