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JiMin

El jueves por la mañana me desperté lentamente de un sueño reparador y noté el peso de una cabeza sobre mis piernas.

—¿Qué diablos? —dije aturdido. Cuando abrí los ojos, me encontré a TaeHyung tumbado sobre mis muslos. Al oír mi voz, él se acurrucó más cerca de mí —. Tae —protesté, tratando, sin éxito, de alejarlo—. Vuelve a tu cama, maldita sea. Por una vez, déjame dormir en paz.

—No puedo —murmuró, sin molestarse en abrir los ojos—. JungKook se ha quedado dormido después de una maratón de sexo. Es posible que le haya frito el cerebro sin querer. No importa lo que haga, no se mueve. — Él acercó más la cara a mis piernas—. Mmmm. ¿Cómo haces para que tus muslos estén tonificados y firmes? Me encanta dormir encima. Eres la mejor almohada...

—Creo que a partir de ahora dormiré con la puerta cerrada.

—Sé abrir cerraduras, ¿recuerdas?

—Cierto. Bueno, no puedo volver a dormirme contigo metiéndome mano, así que vuelve a tu maldita cama.

—No puedo dormir en la misma cama que él. —A ciegas, me dio unas palmaditas en la cara—. Aquí estoy muy cómodo. Vuelve a dormirte. Respiras demasiado fuerte.

—Perdón por molestarte, eres como un pulpo. ¿Por qué demonios no puedes dormir en la misma cama que él?

—Porque... —alargó la palabra como si estuviera hablando con un niño — ha sido un rollo de una noche, y está rompiendo las reglas. Si me quedo dormido en la misma cama que él, se convertirá en una relación. Además se mueve mucho.

—¿Y qué tiene de malo eso? Se te cae la baba cada vez que ves a ese tipo, por no hablar de que esta es, probablemente, la vigésima vez que has tenido «un rollo de una noche» con él, algo que para mí no es recomendable en absoluto. Ten una relación con ese chico, por el amor de Dios, y ahórrate todos estos problemas, por favor.

—Estoy dormido —murmuró, empezando a respirar profundamente.

—¡TaeHyung! —grité, lo suficientemente fuerte como para arrancarlo del sueño.
Se despertó sobresaltado; sus ojos somnolientos buscaron los míos. —¿Qué? ¿A dónde vamos? ¿Quién ha muerto?

—Serás tú el que muera si no te apartas de mí.

Resoplando, me dio la espalda y se acomodó acaparando mis almohadas—. Siempre tan egoísta con tus muslos y glúteos...

—Estoy empezando a sentir pena por JungKook.

—No lo hagas. A diferencia de ti, él lo ha hecho todo bien.

—Por favor, no quiero detalles.

—No he dado detalles, no fastidies. Solo digo que ha sido bastante satisfactorio, y también tú podrías disfrutar algo de ese tipo de satisfacción con cierta persona con Y. Todavía me siento dolorido en los lugares que corresponde.

—Entendido. Gracias. Ahora vuelve a dormirte. Te lo ruego.

Cuando no me llegó ninguna respuesta —lo que fue una gran sorpresa—, cerré los ojos y esperé dormir algunas horas más.

—¿JiMin? ¿Estás despierto? —dijo unos minutos después. Hablando... de nuevo.

—No —gemí.

—Bueno. Si llegaras a tirarte a YoonGi esta noche, dime los detalles. Porque de eso sí quiero. Cada pequeño y sucio detalle.

Cine y letras | YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora