¿Qué harías si tu cantante favorito, se enamora de ti?
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Akira es una escritora de romance y trabaja en una editorial como
correctora de libros, en la ciudad de Seúl. Ama leer y escuchar música de
su grupo favorito Ateez, cuyo bias es Seongwhwa a...
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La noche parecía iba a ser larga, los cuatro se miraban fijamente intentando leer sus miradas, había muchas preguntas que necesitaban una respuesta. San miró a su hyung con sus ojos entrecerrados mientras en su interior lo maldecía por hacerlo ir a esa cita.
—¿Qué paso en la cita? —dijo Seonghwa intrigado.
San miró a Misaky y ella le sonrió.
—Estuvo bien, pero no volveremos a salir —se adelantó a responder el idol, aunque en su interior sabía que esa cita había sido un desastre.
—Sí, de hecho, tenemos pulseras con nuestras caras —agregó Misaky.
Akira cerró los ojos indignada, ya con esas simples pulseras se había dado cuenta que su amiga no se había comportado.
—Pero eso no es lo importante... —comentó el idol —yo quiero saber por qué ustedes dos están juntos —preguntó sospechoso.
Akira y Seonghwa se miraron y se sonrieron.
—Ella es mi novia, San —dijo el idol mientras tomaba la mano de su fan.
Misaky y San se quedaron paralizados ante las palabras de Seonghwa.
—Tú me dijiste que solo se dijeron que se gustaban, pero no me dijiste que eran novios —le reclamó Misaky a su amiga.
—Porque me lo pidió hace unos días —respondió ella.
San se lanzó sobre el respaldar de la silla y miraba a su hyung atónito.
—Así que por eso estabas tan raro últimamente —comentó, comprendiendo las actitudes de su compañero.
—Solo quería verla, pero sabes las reglas de la empresa y lo difícil que es tener una vida normal. Nadie sabe de esto San, solo Wooyoung, no puedes decirle a los chicos, por favor —le pidió el idol.
—Tú tampoco puedes comentarlo con nadie, Misaky —agregó Akira mirando a su amiga.
San se quedó callado por unos minutos y luego dijo:
—No diré nada, puedes confiar en mí. Pero, me gustaría hablar un momento contigo en privado ¿puede ser?
De esta manera, los dos se pusieron de pie y se alejaron de las chicas, caminaron hasta donde estaban las escaleras y allí conversaron.
—Misaky... te pedí que te comportaras ¿es enserio lo de las pulseras? —le reclamó Akira a su amiga.
—Solo quería que él tuviera algo de mí... pero creo que ahora me odia —comentó con la cabeza gacha.
—Por esas actitudes los chicos huyen de ti, Misaky. Tienes que ser más respetuosa y bajar un poco tu intensidad.
—Lo sé, pero soy así, no lo puedo cambiar. Ahora sé que jamás tendré una historia de amor como tu con Seonghwa.
