La última apuesta (Trilogía Póker: 3) [Terminada]

24♣

Geonhak entró a la habitación y se acercó con rapidez hacia nosotros. Jungkook por inercia me colocó tras él.

—Sabía que tanta devoción tenía que esconder algo detrás —habló un Taehyung que hasta ese momento habíamos ignorado.

No era mentira que cuando Jungkook y yo nos juntábamos era como si una burbuja se creara a nuestro alrededor, el mundo dejaba de existir, y en este momento había sido Tae el que lo había sufrido.

—No seas cretino, no se trata de eso —replicó Geonhak molesto.

—Da igual lo que te haya hecho creer tu jefe, Alice siempre será mi mujer.

Jungkook agarraba mi mano mientras decía esas palabras y a mí se me derretía el corazón.

—Primero, Santoro no es mi jefe, lo es ella —la voz de Geonhak mostraba que ya estaba un poco más que molesto —Y segundo, no siento nada de eso por ella, ¿tan difícil es de creer?

Yo lo tenía muy claro, pero los otros dos hombres que allí se encontraban tenían sentimientos no platónicos por mí, igual para ellos era más complicado de concebir.

—Entonces dime cuál es tú motivo por el que no la puedo besar.

—Porque moriremos todos.

Salí del agarre de Jungkook y me acerqué a Geonhak. Algo en su modo de decirlo me hacía entender que sabía más de lo que en primera instancia parecía.

—¿No eres un poco dramático? —intervino Tae.

—Suelo ser desconfiado por naturaleza, y normalmente mis sospechas son vacías, pero vale la pena por las veces que he acertado —Geonhak me miraba y hablaba solo a mí —Así que cuando supe que Santoro había llamado a una maquilladora me pareció muy extraño, de modo que antes de que se fuera conseguí sonsacarle algunas cosas.

—¿Qué hiciste? —Tae dio un paso hacia adelante. Su fama de seductor había sido alimentada por rumores, entre los que incluían una debilidad ante las mujeres, anteponía la seguridad de ellas a su trabajo.

—No eres el único que sabe usar sus encantos, As de corazones.

Jungkook detuvo a un Taehyung, que iba a encararse con Geonhak, con una mano en su pecho. En ese simple gesto se pudo ver la antigua amistad que tenían. Por un segundo parecieron dos aliados, incluso dos amigos, contra un objetivo común. Ambos miraban con clara antipatía a mi guardaespaldas.

No podía imaginarme a Geonhak flirteando con nadie, no podía verlo de ese modo, aunque con ese disfraz tan sexy que llevaba cuando lo conocí, no sería raro para otros sentirse atraídos por él.

—¿Qué averiguaste? —pregunté antes de que tanta testosterona caldeara más el ambiente.

—Te han aplicado un pintalabios especial, si besas a alguien el carmín se correrá, pero no podrá quitarse, y los labios del otro quedarán marcados.

En un principio me pareció muy difícil de creer, pero luego recordé que me había prohibido beber nada, algo que ni cuestioné, ya que estaba bajo su influencia.

—¿Por qué haría eso? —preguntó Taehyung que ya parecía haber olvidado su enfado, había asuntos más importantes.

—¿Por qué dejaría a su prometida con esa ropa tan sexy suelta por un lugar lleno de personas que la desean? —la pregunta de Geonhak era también una respuesta —Piénsalo un poco, ¿no te parece extraño que te dejara alejarte de él estando el resto de las Familias aquí?

—¿Él ya sabía que me encontraría con Jungkook? —si ya de por si, Romeo me daba miedo, ese modo tan calculador, me aterraba.

—O conmigo, me tiene de niño de los recados, lejos de ti, y hoy justamente quiere mi presencia, no me parece una coincidencia, todavía piensa que hubo algo entre nosotros —dijo Geonhak y la mirada de los otros dos hombres se oscureció —Pero no soy el único candidato, ni Jeon, realmente no le importa quien sea, solo quiere una razón.