Detrás de lo que veía

Capitulo 7

Parte 7

Sirius, podía escuchar la voz de Remus, explicándole a Peter un tema de clases anteriores, sabía que no le haría mal escucharlo, era una manera de estudiar para los exámenes explicarle a Peter los temas. Sin embargo, la mente de Sirius estaba en otro sitio, mientras sus dos amigos estaban sentados en el piso de la habitación con libros y pergaminos extendidos, él permanecía acostado en su cama, observando el techo.

Su mente volvía una y otra vez a la tarde del día anterior que paso con Severus recreando la poción de la última clase de la misma materia, a la manera del chico, experimentando. Había notado tantas cosas en el Slytherin, que le era difícil procesarlo, ya que sentía que era una persona completamente diferente a la que creía conocer y su mente estaba tomando estas nuevas características creando un nuevo perfil del chico en su memoria.

No obstante, ocurría algo más en su organismo, había comenzado el día anterior durante el último intento de realizar la poción, cuando pidió hacerlo y ser guiado, las veces que Severus se acercaba invadiendo su espacio personal, sin notarlo, para corregir o indicar maneras, habían mantenido a Sirius en completa alerta. El cabello, la pálida piel, los aromas, el tono suave y confiado de la voz, Severus sabia de lo que hablaba y su voz se volvía unos gruesa, espesa, al hablar bajo y tranquilo, sin estar a la defensiva. También, estaba los movimientos elegantes y cuidadosos de las manos, como manejaba y se movía entre ingredientes, libro, anotaciones y caldero, sin volverse un lió en ello, sin esfuerzo.

En cambio, Sirius tenía que estar concentrado y pesar en su próxima acción dos veces en pociones, leer en el libro las indicaciones, moverse a los ingredientes y luego el caldero, pasando de largo las notas. No le gustaba admitirlo, pero sus túnicas terminaban muchas veces manchadas, sobre todo en las mangas. Por el contrario, Severus mantenía sus ropas limpias, si bien gastadas, pero limpias y con un leve aroma a jabón.

— ¡Chicos!—James exclamó ingresando a la habitación casi derribando la puerta y caminando directo a la cama de Sirus para tirarse a un lado del mismo, observando el techo con una expresión muy similar, solo que la sonrisa no era disimulada y temblorosa, sino grande, ocupando la parte inferior de su rostro; sus ojos solo un poco más dilatados que los de Sirius, pero ambas coincidían en lo lejana que estaban sus miradas del techo donde se fijaban—. La bese—comentó, haciendo salir a Sirius de sus propios pensamientos y llamando la atención de Remus y Peter.

— ¿Qué tú hiciste qué?—preguntó Remus.

—La bese—volvió a repetir, Sirius se sentó de golpe y lo miró tan sorprendido como ilusionado por su amigo.

— ¿Hablas en serio? ¿La besaste? ¿En los labios?—James lo miró, aún con la expresión soñadora, solo asintió.

— ¿A Evans?—se sumó Peter.

—No, si va a ser a Mc. Gonagall—ironizó Sirius, pero luego miró a su amigo—. ¿Si fue a Evans?

—Si—suspiró—. ¡Si, si si!—exclamó casi rodando en la cama de alegría.

— ¡Por Merlín, felicidades amigo! ¿Cómo fue? ¿Qué dijo? ¿Son novios?—comenzó interrogar Sirius emocionado.

Por otro lado, Remus miraba intrigado y confundido, mientras Peter solo esperaba las respuestas.

—Se sonrojo y continuó escribiendo su ensayo—Remus frunció el ceño ante la explicación de James.

— ¿La besaste en la biblioteca?—preguntó y James hizo un sonido de afirmación, confundiéndolo más—. ¿Y solo se dio que se besaran??—otro sonido de afirmación.

—Por Merlin, Remus, ¿nunca has besado? Eso no se planea como una cita en día y horario, solo sucede—habló Sirius, Peter lo apoyo asintiendo.

—Es solo que, me resulta raro, conozco a Lily, no sé si... no es ese tipo...—intentó explicar.

—Estábamos haciendo el ensayo para la semana que viene, en la biblioteca—comenzó a contar James al incorporarse, después de dar un largo suspiro—. Estábamos con dos chicas más, que terminaron y se fueron, pero Lily es tan perfeccionista que continuaba buscando de un libro a otro—Remus asintió al relato—. Bien, entonces, se estiro para alcanzar un libro que estaba al lado mío, pasando su rostro cerca del mío, yo mire hacia ese lado y cuando fui a mirar al frente, me encontré con su rostro y mis labios rosaron la comisura de los suyos—suspiró—. Después de eso, se alejo, sin tomar el libro y sonrojada escribió un párrafo rápido y dijo terminar guardando todo y corriendo—volvió a tirarse en la cama observando el techo, dejando algo perplejos a sus amigos.

— ¿Tocaste las comisuras de sus labios?—preguntó Sirius en tono neutro.

— ¿Eso se considera beso?—se sumó Peter.

—Ahora si tiene sentido—rió Remus—. Esa si suena como Lily—miró a Peter—. No se considera beso, solo torpeza abrupta de James—miró al mencionado que se sentó nuevamente a mirarlo enojado—. No me mires así, tienes suerte de que Lily no te haya dado con un libro por la cabeza, ni y me creo el "por accidente".

—Nunca dije que fuera "por accidente", dije que roce la comisura de sus labios, estaba tan cerca que... ¿Por qué tirar el momento a la basura?

—Tú no tiraste el momento, pero yo si a ti de mi cama—Sirius lo empujo ofendido—. Retiro mis felicitaciones—bufó volviéndose a acostar solo él.

— ¡Hey!—se quejó James.

—Vuelve cuando hayas aprendido a besar de verdad a una chica aprovechando el momento—regañó Sirius.

—Para mi, eso es un gran avance—se defendió—. Teniendo en cuenta que hace unas semanas ni "hola" en los pasillos me decía.

—Sí, porque tú estabas hechizando a su amigo cuando la cruzabas—le recordó Remus.

—No entiendo porque se enojaba, no le hacía nada a ella, más que darle toda mi atención, una cosa es Lily y otra Snivellus, no debería...

—No lo llames así—habló Sirius.

— ¿Qué?

—Que no lo llames "Snivellus", se llama Severus.

— ¿Y tu porque lo defiendes?

—Prometiste no molestarlo, cambiarle el nombre, por más que solo nosotros estemos, califica como molestarlo—se sumo Remus explicando.

—Da igual, bese a Lily—se recostó en el suelo, cerca de la cama de Sirius, donde había caído—. Si para seguir este camino debo tratar bien a Snivellus...

—Severus—corrigió Sirius.

—Si debo seguir tratando bien a "Severus", lo haré—recibió un almohadazo de Sirius.

— ¿Tu estas de mal humor o qué?—se quejó James.

—No, pero como mi amigo ya hizo un ensayo que teníamos que hacer juntos, iré a buscar los libros a la biblioteca para hacerlo yo solo—bufó saliendo de la habitación.

Continuara... 

Para mi aquí, hay un gran avance de la historia en el interior de Sirius... ¿no lo creen?

Pobre James y sus esperanzas, pasos de tortuga da.

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¡Gracias por leer!