Capítulo XV

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—Busca debajo de su cama. — dice Claire a través del teléfono.

Me tire al suelo y rebusque bajo su cama. No había nada.

Había llamado a Claire para que me ayudara a buscar la memoria que necesitaba Erick. Hoy por la noche tenía que entregársela sí o sí. El jodido Nils estuvo todo el día de ayer en su habitación y no pude entrar.

Le había dicho a Claire que Nils me había robado algo y que lo necesitaba. Caramente no le dije la verdad.

—No esta. — protesté.

—Levanta el colchón. Los chicos suelen esconder cosas ahí.

Hice lo que me dijo y lo único que paso fue que Gato protestó cuando se cayó de la cama porque si, Gato me había seguido hasta su habitación.

—Tampoco.

De la nada, Claire comienza a reírse y yo frunzo el ceño.

—Es demasiado irónico que hayas irrumpido en una casa siendo hija del jefe de policía. — y soltó una carcajada.

Rodé los ojos.

—Ya. ¿Podemos seguir buscando?

—Ya, ya. Sigamos. Ve a su armario. — cuando me estaba dirigiendo sentí un crujido en el suelo. Volví sobre mis pasos y camine de vuelta. De nuevo el crujido. No sé cuántas veces lo hice. — ¿Qué demonios estás haciendo?

—El suelo. Hace un crujido.

— ¡Claro!— exclama Claire. — Levántalo. Debe tener un escondite.

Me tire al suelo y trate de levantar la parte del suelo donde crujía. Mire a mí alrededor y visualice una tijera. La tome e hice apoyo con ella para levantar esa parte.

Cuando la parte del suelo se despega, la saqué del medio.

Vaya...

— ¡¿Y bueno?! ¡Anda, Kylie, no me dejes así!

Me quede de piedra al ver el arma que estaba escondida ahí. No solo eso. Había todo un escondite debajo. Estaba su collar, el que había encontrado la otra vez, con el dije del ancla. Tome el collar y lo aparte. Con mucho, mucho cuidado saque el arma y la apoye a mi lado. Había fotografías. Las fotografías instantáneas. La tome. Reconocí fácilmente a su madre, un niño pequeño muy rubio que asumí que era Nils y... un hombre. Era parecido a Nils. No tuve que pensar mucho para deducir que era su padre. Era una fotografía inocente. Eran ellos tres jugando en el patio de una casa. El césped estaba verde, era de día, su madre tenía una enorme sonrisa. De no haber sabido por parte de mi padre lo que ocultaba esa familia detrás de una fotografía en la que se veían felices, realmente me la hubiera creído. Mi madre siempre decía que cada familia es un mundo que no conocemos.

—¡¡¡Kylie!!!— di un respingo al escuchar a Claire

Deje las fotografías a un lado y volví a rebuscar.

Ahí estaba. Una memoria toda negra. ¿Era esto lo que quería Erick?

—Creo que lo tengo...

Me cortea mi misma cuando escuche la puerta principal de la casa de Nils abierta.

—Joder.

Rápidamente, volví a colocar todo como estaba y salí disparada al balcón. Crucé a mi habitación y cerré mi puerta del balcón.

Con la respiración acelerada me apoye contra la puerta. Mi teléfono vibro en mi mano. Era Claire preguntándome qué demonios había sucedido. Mi corazón se paralizo cuando a través de las cortinas vi a Nils salir a su balcón con... con Gato entre sus brazos.

Diez letras: serendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora