Capítulo XXIII

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Me pase la siguiente media hora sentada en el suelo de mi habitación con la espalda apoyada en la cama, abrazada a mis rodillas, tratando de armar fuerzas para no derrumbarme en frente de él. No sé cuando comencé a llorar y cuando deje de hacerlo. Mis padres tuvieron la gentileza de darme mi espacio. Era consiente que seguramente mis sollozos se escuchaban al otro lado de la puerta. Sin entrar a mi habitación me dijeron que saldrían a dar una vuelta por la ciudad. Era puras excusas para dejarme sola y cielos que lo necesitaba.

Era mi última noche en HighVille. Era una despedida al verano. Creí que sería un desastre, que odiaría este lugar, que solo encontraría aburrimiento pero no fue así. No fue un desastre, no odie este lugar y desde luego que no fue aburrido. Me llevo el recuerdo de amigos, Claire, Ace, Clay y el recuerdo que más me duele es el de Nils. Lo que pudimos haber sido y lo que no fuimos me seguirá doliendo. No sabía cuándo me había enamorado de él hasta que me dejo. Sentí un vacío cuando entendí que no volveríamos a ser lo que fuimos. Quizás tenga razón y él debe resolver sus problemas por su cuenta y yo debo concentrarme en los míos.

Aun con la nota en mano puedo decir que volvería con él si me aceptara ahora mismo. No veo la hora de empezar la universidad y pasar página. Nils fue mi amor de verano, dicen que esos solo duran el verano, que no confíes en las películas porque nunca pasa de eso en la vida real. Quizás tengan razón. Nils fue una casualidad en estas vacaciones, fue algo que no espere encontrar. Nils fue para mí lo que se conoce como serendipia. Había oído ese término varias veces en mi vida pero no lo había entendido hasta ahora, conmigo soltando lágrimas en el piso de mi habitación aferrada a una nota de despedida porque era lo único que me quedaba de él.

Me cerca la lágrima y me estire por una hoja y una lapicera. Quería despedirme de él pero sé que no podría decírselo en persona. Sabía exactamente lo que le diría, era corto pero significaba todo. Considere llevársela a su balcón y dejarla ahí pero una idea fugas se me vino a la mente. No sé porque pero recordé el faro, el faro al que me había llevado Erick sabido que era importante para Nils, nunca lo supe pero ese lugar era especial para Nils.

Tomé mi teléfono y maque el número de Ace, le pedí que pasara por mí.

Una vez que llegó a mi edificio le pedí que me llevara al faro de la playa. Para mi sorpresa no puso quejas ni nada, solo asintió y me llevo hasta ahí.

Cuando llegamos vi el auto de Nils y mi corazón se detuvo. Mierda.

—No te acobardaras ahora, ¿o sí?— pregunta Ace.

—Cállate. — me bajé del auto y camine muy lento hacia las escaleras. No sé si estaba lista para verlo y no suplicarle que se quedara conmigo.

Me temblaban las manos cuando me agarre de las escaleras para subir, cada escalón enviaba una corriente eléctrica a todo mi cuerpo. Sentía que me iba a quedar sin aire. Por un momento, olvide a que había venido. No venía a hablar, ya todo estaba dicho o más bien, entendido.

Cuando llegue a la cima no tarde en encontrarlo, Nils estaba ahí, sentado sobre el borde con los brazos apoyados contra la barandilla mirando hacia el océano. Sus rizos rubios se movían ligeramente a causa de la brisa. No me había oído subir, estaba con sus auriculares. Me acerqué a él y apoyé los brazos en la barandilla, no lo observé pero sé que en el momento en que me vio se tensó por completo y se apresuró a quitarse los auriculares.

— ¿Sabes?— no le di tiempo a que dijera nada. No quería que me corriera. — nunca pude oír la historia de porque te gustaba este lugar.

Tardo unos segundo en contestar, de hecho, tardo tanto que quizás no lo haría.

—Hubo un tiempo donde sentía que todos los lugares a los que iba eran un infierno. Era una tortura para mí. Era como si hubiera un ruido horrible. Estar aquí, ver la luna reflejar el agua, generando esa tenue luz grisácea era todo lo que me daba paz. Se convirtió en mi lugar de escape, cada vez que algo andaba mal, solamente te, venia aquí y...

—estabas en silencio. — complete por él.

Asintió con la cabeza.

Giré la cabeza cuando sentí las lágrimas inundar mis ojos, me prometí que no lloraría delante de él.

—Quizás me creyeron una tonta pero...— me agaché a su lado y dejé la carta que le había escrito y encima dejé la memoria. — la curiosidad me mato. — reí. — hice copias de la memoria que le di a Erick. No entiendo mucho de lo que está ahí pero supuse que te serviría más a ti que a mí. Me iré de la ciudad y no quería irme sin dejarte esto.

Nils giró su cabeza hacia mí, sus ojos impactaron con los míos y sentí como mi corazón frenaba para comenzar a bombear a la velocidad de la luz. Sus ojos amarronados casi negros siempre me cautivaron, me transmitían tantas cosas que jamás pude decirle. Si no me levantaba de ahí mismo en este momento, lloraría enfrente de él y le suplicaría que no me dejara pero Nils ya había tomado una decisión y debía respetarla. Le recorrí el rostro con mis ojos por última vez. Adoraba la manera en la que sus rizos rubios estaban completamente despeinados. Simplemente lo adoraba a él. Con esta luz tenue, el silencio, la vibra que había entre nosotros, lo entendí. Joder, lo entendí y me dolió tanto que creí que me desmoronaría.

Nils estaba roto, quebrado por todo lo que había vivido, nunca pudo sanar su pasado sino que lo acumulo, necesitaba sanar pero para hacerlo yo tenía que irme. Él tenía razón, no lo puedo arreglar y si es dependiente de mi jamás lo hará. Solo él puede buscar la ayuda que necesita y recurar el rumbo de su vida pero no podía quedarme a verlo. Yo debía seguir mi vida, resolver mis propios problemas, no querer depender de alguien como lo estoy pensando en este momento. Cambiaria mi futuro entero por quedarme aquí con Nils, y eso no está bien, aunque me duda debo aceptarlo. No me gustan las carreras, la vida que lleva Nils con sus amigos me atemoriza, no es lo que hubiera querido para mí pero sé que si el me pide que me quede, lo haría, claro que lo haría, pero él no quiere por eso hizo lo que hizo. Debíamos tomar caminos separados. Él lo supo antes, yo ahora lo entendía.

—No tienes idea cuando lo siento. — Mi voz sonó quebrada. — Sé que no te gustara escuchar esto pero no me arrepiento de nada de lo que sucedió este verano. Si hubiera sabido lo que me esperaba al venir aquí, lo hubiera hecho de todos modos.

Nils aparto la vista de mis ojos.

No lo dije pero sentía no haberlo podido ayudar. Respire hondo y me puse de pie. Comencé a caminar hacia las escaleras pero antes de comenzar a descender dije lo que había estado evitando decirle desde que leí la nota.

—Quiero creer que te equivocas. — me gire para observarlo pero el miraba el océano. — No es que no funcionamos, es que no era nuestro momento. Espero que la vida nos vuelva a encontrar Nils y si no es así...— mi voz se quebró— te deseo lo mejor.

Comencé a descender por las escaleras del faro y cuando me adentre en el auto de Ace me derrumbe.

Ace fue tan amable de quedarse conmigo hasta que pude calmarme, me llevo a despedirme de Claire quien me hizo llorar nuevamente con su despedida y me hizo jurarle que nos mantendríamos en contacto. Luego Ace me llevo a casa donde volví a llorar por despedirme de él y le entregue la otra memoria que tenía.

Subí al edificio donde estaban mis padres e Isabel. Mi padre me miraba con tristeza. Creo que de alguna manera sabía que no volvería aquí en un tiempo y eso dificultaría el vernos. Hubo otro para de lágrimas sueltas al despedirme de mi padre, Isabel y de Gato, claro.

Me acerque a él y lo tomé en brazos.

—Me retracto. Gracias por saltar a ese balcón. — le di un beso en su carita y volvía dejarlo en el suelo.

Mamá se despidió y ambas tomamos un taxi hasta el aeropuerto. Papá quería llevarnos pero por alguna razón ambas quisimos tomar un taxi. Era una manera de ir dejando atrás todo lo que había comenzado cuando baje de aquel tren.

Me iba con un corazón roto pero no me arrepentía de nada de lo que había vivido. De absolutamente nada y dije la verdad cuando le dije a Nils que esperaba que la vida nos volviera a cruzar.

Después de todo, era la serendipia de mi vida.

***

Se que probablemente no les gustara escuchar esto o quizás les da igual pero todavía no decido si este es el ultimo capitulo y luego viene el epilogo o no. Si no es así, probablemente quede uno mas y se termina.

¿Ha sido muy triste?

Leo sus comentarios. Buenas noches :)

Diez letras: serendipiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora