Capitulo 54.2: Risky business.

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 Me estoy muriendo por dentro

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Me estoy muriendo por dentro.

Recuerdo que eso fue lo que pensé mientras bajaba las escaleras a toda prisa. Necesitaba salir de allí, poner un poco de distancia entre mí y el dolor. Pero incluso cuando estuve al aire libre, inhalé y exhalé con avidez, no pude mantener la sensación de ardor alejada de mí.

No me di la vuelta para ver si Jungkook me había seguido, o incluso si él me estaba mirando desde la ventana de la cocina. Supongo que una parte de mí esperaba que hubiera ido detrás de mí, decir que lo sentía, que me amaba, que volvía a ser la persona de la que me había enamorado de nuevo. Nada de eso pasó. Mi boca sabía a bilis, pero no era porque quería vomitar, era por el recuerdo del beso de Taehyung. Quería los labios de Jungkook para hacer todo mejor. Sus besos tenían el poder de poner mi mundo al revés, sólo que esta vez mi mundo estaba demasiado patas arriba como para arreglarlo con un simple toque de sus labios. La parte de mí que todavía estaba cuerda sabía que no podía venir detrás de mí, no después de lo que había dicho.

No quiero estar contigo en este momento.

Dios, era una idiota. Por supuesto que quería estar con él. Tenía miedo, el cielo estaba demasiado negro, y las farolas a la distancia no daban la suficiente luz. Me sentí perdida, a pesar de que sabía dónde estaba. Estaba pasando por la esquina de la calle de Jungkook. Estaba dispuesta a mover mis pies, sin un verdadero sentido de la orientación. Las lágrimas picaban en la parte trasera de mis ojos, pero me prometí a mí misma que no iba a llorar. Ya terminé con esto de ser la pobre niña que no puede aguantar lo que la vida le da. Incluso si con eso nos referimos a un novio que se convierte en un completo gilipollas cuando quiere, y no tienes tu coche para huir de estas calles tan oscuras.

Camina hasta la calle principal. Para a un taxi. Vete a casa.

Repetí la lista de ordenes en mi cabeza como un mantra, pero aun así mi mente no era capaz de captarlas.

Además de eso, estaba muy enfada. Conmigo misma, con Jungkook. Especialmente con Jungkook. ¿Qué demonios estaba haciendo con un arma? Supongo que debería haber sabido que había manejado armas antes, teniendo en cuenta que habíamos estado en un campo de tiro juntos a la vuelta de la fiesta de promoción de mi padre y que había estado al tanto de todos los trucos. Pero aun así, no creo que hubiera estado mintiendo cuando dijo que no lo había usado. Lo esperaba. Si se metió en un tiroteo o algo... yo... Sinceramente, no sé lo que haría.

Me detuve en seco cuando me di cuenta que había terminado en una zona completamente fuera de la realidad y que había estado caminando todo el tiempo, mientras que discutía conmigo misma en mi cabeza. El miedo y el frío se hizo cargo de mis entrañas, casi paralizándome. Ni siquiera sabía por qué estaba tan aterrorizada de repente, pero lo estaba. Se me estaba haciendo difícil respirar, poner un pie delante del otro, tener una idea de dónde estaba. Corrí hacia abajo unas cuantas calles, y ahora estaba tan perdida como cuando tenía ocho años y solté la mano de mi madre durante un ajetreado día en el centro comercial. Me sentí como si tuviera 8 años de edad, de nuevo, sólo que peor. Mi estómago se apretó, mi garganta se cerró. Ni siquiera quería llorar más. Sólo quería acurrucarme en una bola en el medio de la calle y esperar a que alguien me encontrara y me llevara a casa. Preferiblemente Jungkook.

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