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—Estoy saliendo con una chica universitaria—Dijo Jungkook en un tono sugerente, levantándome del suelo en sus brazos.
Me quité la gorra de graduación y le sonreí cuando me dejó de nuevo en la superfície. —Aún no estoy en la universidad.
—Aspectos técnicos.
Había pasado un mes desde que Jungkook y yo nos reconciliamos. Había sido difícil al principio, cuando Jungkook todavía tenía que estar en el hospital y no podía salir mucho, y yo tenía mis ojos en el trabajo escolar. Pero hemos funcionado a partir de ahí, dando un paso a la vez. Jungkook había sido dado de alta sólo una semana más tarde, y había comenzado de inmediato la búsqueda de un empleo. Las facturas del hospital habían dejado a su familia con poco dinero— incluso a pesar de que habían utilizado el dinero de Jung-Su— y ya no tenía un coche.
—¿Cómo va la búsqueda de empleo?—Le pregunté, alisando la falda de mi vestido azúl. El sol era abrasador para principios de junio, y desde toda la ceremonia que había sido fuera del patio de la escuela estaba empezando a sudar. —Tengo una entrevista el lunes para un vacante como entrenador de baloncesto para niños—Él contestó, hundiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones. Se había vestido para la ocasión: una camisa ajustada a su cuerpo junto con unos pantalones de cuero y unas botas. Un look all black. Su cabello estaba perfectamente peinado, mostrando su nuevo corte. Se veía tan condenadamente bien que estaba teniendo dificultades en mantener mis manos a mis costados.
—Eso suena bien—Tomé su brazo para caminar hacia un banco. Los tacones que llevaba eran tremendos, tanto en el buen como en el mal sentido. Estaban matando mis pies, y el suelo de aquí era de adoquines, así que yo ya terminé con el hecho de estar de pie. —¿Qué pasó con la tarjeta que te di?¿Has llamado a Richard?
Supe cuando Jungkook miró hacia otro lado tratando de no reírse que lo hizo. Lo golpeé en el brazo. —¡Jungkook! El salario es grande y te divertirías.
—Brooklyn—Su tono era serio, haciéndome saber que estaba molesto por tener que decirme esto una vez más. —Aprecio que tú y tu madre me apoyen, pero todavía no quiero pasar todo el verano modelando ropa elegante para un fotógrafo que probablemente se planteará ponerme desnudo.
—Oh, por favor—Fingí indignación. —Si fuera una mujer, no te quejarías.
—Eso es porque no me importa que las mujeres me coman con los ojos.
Le pegué de nuevo.
—Realmente creo que esto podría funcionar, sin embargo—Dijo, refiriéndose a la plaza de entrenador de baloncesto que había mencionado antes. —Me gusta el baloncesto y los niños, y soy bueno con las dos cosas. Además, también me gustaría volver a tener tiempo libre para estar contigo y mi familia.
Puse mi cabeza en su hombro. —Es verdad—Volví la cabeza para besar su mejilla cuando vi a mi hermano Seokjin por el rabillo de mi ojo.
Me puse de pie y casi lo abordé en un santiamén. No había visto a Seokjin durante el mes, y teniendo en cuenta lo mucho que nuestra relación había mejorado desde entonces, lo echaba malditamente de menos.
