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Abrí la puerta y caminé dentro de mi closet y suspiré una vez que vi todo el trabajo que tenía por delante. ¿Por dónde empiezo?
Fui a la parte de atrás de la pequeña habitación y subí a un pequeño taburete que me permitió llegar a los cajones superiores. De pie sobre él, abrí la puerta de un viejo armario que estaba en la cima donde guardaba algo de ropa que era demasiado pequeña para mí o estaba anticuada. Cogí la caja grande con toda la ropa y la puse con cuidado en el suelo. Me arrodillé junto a él y levanté la tapa cubierta de polvo. Tosí un poco cuando una nube de polvo se formaba y rápidamente la rechacé con la mano, apoyando la tapa en el piso. Esto debe de haber estado aquí desde Dios sabe cuándo. Comencé a examinar el contenido de la caja de color marrón oscuro. Había sobre todo camisetas y pantalones que podrían encajar en edad de 3 a 10. También había algunas blusas y un vestido de mi primer año de la escuela secundaria. Doblé todo perfectamente dentro de nuevo y cerré la caja, la saqué de mi armario de mi dormitorio. Iba a volver a mi búsqueda cuando alguien llamó a mi puerta.
—¡Ya voy!—Grité y me acerqué a la puerta, esquivando los obstáculos que tengo en el suelo de mi dormitorio.
Abrí la puerta, dejando ver a mi madre bien vestida y con su pelo y maquillaje bien hecho.
—Buenos días Brooks—Dijo sonriéndome.
—Buenos días—Dije alegremente y abrí más la puerta para dejarla entrar, yo estaba tratando de ser muy agradable porque no sabía mi castigo todavía.—¿Por qué estás bien vestida mamá?
—El Hallbert está organizando un almuerzo hoy tu padre y yo vamos—Ella me informó con una amplia sonrisa.—Pero no te preocupes, Taehyung no estará allí, así que no te pierdes nada bueno—Ella me guiñó un ojo, empujándome con el codo.
Me sonrojé.—¡Mamá!—Ella se echó a reír.
—¿Qué estás haciendo, por cierto?—Mi mamá preguntó, mirando alrededor de mi habitación.
—Um, estoy reuniendo un poco de ropa vieja que no estoy usando más para dar a la basura, ya sabes. Estaba pensando en llevarlos a la iglesia—Mentalmente choqué palmas a mí misma por la gran mentira. Me estoy convirtiendo en una experta en esto.
—¡Esa es una gran idea!—Exclamó.—Yo te daré algunas cosas—Ella sonrió y desapareció de mi habitación.
Volví a mi armario y cogí un par de zapatillas que había utilizado sólo una vez (no soy tan aficionada a los deportes). Encontré una sudadera con capucha azul con la palabra 'unicornio' estampada en la parte delantera y un cuerno que sale de la 'o' y decidí que debía deshacerme de eso también. Ni siquiera recuerdo haberlo llevado. Encontré un par de cosas y puse todo en una gran bolsa.
—No voy a utilizar esto nunca más—Mi madre anunció que venía dentro de mi habitación con una enorme bolsa. Ella la dejó caer junto a todo lo demás que había puesto allí. Va a ser difícil de llevar todo esto por mí misma.
