CAP 2 | FIESTA DE BIENVENIDA

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William y yo nos acercábamos cada vez más. Compartíamos nuestros intereses y pasatiempos, y hasta habíamos hecho planes para formar una banda y tocar en el próximo evento de talentos del colegio. Sin embargo, algo no estaba bien. Podía notar que William estaba distante y preocupado.

Después de un tiempo, finalmente decidí preguntarle qué le pasaba. Me confesó que se sentía mal por su situación económica en comparación con la mía y la de los demás estudiantes adinerados del colegio. Me sentí mal por no haberme dado cuenta de lo que William estaba sintiendo y traté de apoyarlo y animarlo en lo que pudiera.

Por otro lado, aunque nuestra amistad estaba prosperando, había ciertas situaciones en las que me sentía incómodo alrededor de Nicole, William. No sabía exactamente lo que era, pero algo en su actitud me parecía extraño. A pesar de esto, no quería hacer suposiciones apresuradas y preferí dejar que el tiempo mostrara cómo serían nuestras relaciones en el futuro.

Los días pasaban y cada vez estaba más inmerso en mi vida escolar. Las clases eran interesantes, había actividades extracurriculares para todos los gustos y siempre había algo nuevo por descubrir en el campus.

Además, Vanessa, una de mis compañeras de clase, se había convertido en una buena amiga. Era una chica muy inteligente y divertida, y siempre estábamos compartiendo nuestras ideas y opiniones. A veces me sorprendía de lo mucho que podíamos tener en común, a pesar de nuestras diferencias.

Pero, aunque estaba rodeado de buenas personas, siempre había algo que me inquietaba. No podía evitar sentir que había algo más detrás de la actitud de Nicole. Cada vez que hablaba con ella, parecía tener una intención oculta, algo que no podía comprender del todo.

Aunque no estaba seguro de lo que estaba sucediendo, sabía que tenía que estar alerta. No quería que nada pusiera en peligro mi relación con William, Vanessa y los demás estudiantes en esa escuela. Tenía que estar preparado para lo que fuera que viniera en el futuro.

Con estas inquietudes en mi mente, me adentré en las siguientes semanas de mi vida escolar. Había muchas aventuras por descubrir, y estaba emocionado por explorarlas todas. Lo único que sabía con certeza era que, en ese momento, estaba rodeado de personas que me apoyaban y con las que podría contar.

Pasaron unos días, y una de las cosas que más esperábamos en el colegio San Francisco era la fiesta de bienvenida. Todos hablaban de ella y decían que era una oportunidad única para conocer gente nueva y divertirse.

Finalmente, llegó el día de la fiesta y estaba lleno de gente de todas partes del mundo. Los estudiantes de intercambio habían llegado y estaban ansiosos por conocer a los demás. La música estaba a todo volumen y la gente bailaba sin parar. Los colores brillantes de las luces se mezclaban con los colores de las diferentes culturas y tradiciones de los estudiantes.

William y yo estábamos en la pista de baile, riendo y divirtiéndonos con nuestros nuevos amigos. Vanessa estaba cerca, hablando con un grupo de estudiantes de intercambio. De repente, sentí un fuerte empujón en mi espalda, y casi pierdo el equilibrio. Cuando me di la vuelta, vi a Nicole sonriendo detrás de mí.

— Lo siento —, dijo ella,

—No te había visto ahí—. Pero algo en su mirada me hizo sentir incómodo. Sentí como si hubiera algo más detrás de su sonrisa.

Decidí no darle más importancia, y seguí disfrutando de la fiesta con mis amigos. Pero por algún motivo, seguía sintiendo una extraña sensación en mi estómago cada vez que veía a Nicole.

La fiesta continuó hasta altas horas de la noche, y aunque estábamos cansados, no queríamos que acabara. Finalmente, cuando los estudiantes empezaron a retirarse, nos dimos cuenta de que habíamos hecho nuevos amigos y estábamos ansiosos por lo que el futuro nos depararía en ese colegio.

Después de despedirnos de nuestros nuevos amigos, William y yo caminamos hacia el estacionamiento para irnos a casa. Mientras nos alejábamos, no podía evitar sentirme agradecido por haber encontrado a alguien como él en mi vida. Había algo especial en su amistad que me hacía sentir seguro y protegido.

Finalmente, llegué a casa y me di cuenta de lo agotado que estaba. Me deshice de mi ropa y me metí en la cama, pero no pude conciliar el sueño. Mis pensamientos estaban en la escuela, en los nuevos amigos que había hecho y en las oportunidades que me esperaban allí.

Me di cuenta de que había mucho trabajo por delante y que tendría que esforzarme mucho para lograr mis objetivos en esa escuela. Pero estaba emocionado por el desafío y por tener la oportunidad de crecer y aprender más sobre mí mismo.

Finalmente, cerré los ojos y dejé que mi mente se tranquilizara. Sabía que al día siguiente, estaría listo para enfrentar lo que sea que la vida me deparara en esa escuela.Al día siguiente, desperté temprano y me preparé para las clases en el Colegio San Francisco. Todavía me sentía emocionado y un poco nervioso por lo que estaba por venir.

Después del desayuno, me encontré con Vanessa y William en el vestíbulo de la escuela. Nos saludamos con una sonrisa y hablamos sobre nuestras expectativas para el día. También noté que algunos de los estudiantes de la fiesta de bienvenida estaban allí, y nos saludamos con una sonrisa amistosa.

Mientras caminábamos hacia nuestra primera clase, noté que la escuela era mucho más grande de lo que había imaginado. Había muchos pasillos y salones de clases, y parecía que había cientos de estudiantes de todas las edades. Me di cuenta de que necesitaría un poco de tiempo para acostumbrarme al nuevo entorno.

Finamente, llegamos a nuestra primera clase, que era de matemáticas. Me senté junto a Vanessa y William, y nos presentamos al maestro y a los demás estudiantes. El maestro parecía amable y sabía cómo hacer que la clase fuera interesante. Aprendimos sobre ecuaciones y fórmulas, y aunque era un poco difícil, estaba emocionado por aprender más. 

Después de la clase, tuvimos un breve descanso antes de nuestra segunda clase, que era de ciencias. Mientras caminábamos hacia allí, me di cuenta de que estaba empezando a sentirme más cómodo en la escuela. Con cada nueva clase y cada nuevo compañero de clase, me sentía más en casa. Sabía que tenía mucho que aprender y mucho que descubrir, pero estaba emocionado por el futuro.

El lado oscuro del amor [TERMINADO✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora